A 85 años del nacimiento de María Elena Walsh

Leopoldo Brizuela dijo sobre la obra de María Elena Walsh «lo escrito por María Elena configura la obra más importante de todos los tiempos en su género, comparable a la Alicia de Lewis Carroll o a Pinocho; una obra que revolucionó la manera en que se entendía la relación entre poesía e infancia”.

Los personajes creados por la artista, entrañables y conmovedores, perduran en la memoria de varias generaciones, y aún hoy los niños continúan disfrutando de sus creaciones. Serrat y Mercedes Sosa, entre otros, interpretaron sus temas, trascendiendo las fronteras de su país.

Una historia

María Elena Walsh nació en el barrio de Ramos Mejía, en Buenos Aires, el 1º de febrero de 1930. El padre era un ferroviario inglés que mientras tocaba el piano cantaba las canciones de su tierra, la madre era argentina, descendiente de andaluces.

Cuando tenía 15 años María Elena publicó su primer poema, aparecido en la revista “El Hogar”. No mucho tiempo después escribía en el diario La Nación. Estudió en la escuela de Bellas Artes y hacia 1947 publicó su primer libro de poesía, llamado “Otoño Imperdonable”, que tuvo muy buena recepción entre la crítica y fue galardonado con un premio municipal.

Se exilió en París, junto a Leda Valladares, con quien formó el dúo “Leda y María” que se presentó en diversas ciudades y grabaron el disco  “Le Chant du Monde”.

Cantando al sol

En esos años comenzó su trayectoria como escritora para niños, creando obras que revolucionaron completamente el área de la poesía y la música infantil.

En 1962 estrenó en el Teatro San Martín “Canciones para mirar” y al año siguiente estrenó “Doña Disparate y Bambuco”, representada  también en Europa. Hacia los años 60 publicó varios libros entre los que se encuentran  “El reino del revés”, «Cuentopos de Gulubú», “Hecho a mano”. En los ’70 volvió a Argentina y  María Herminia Avellaneda la dirigió en el filme “Juguemos en el Mundo”. Ese espectáculo había sido un acontecimiento cultural que impactaría enormemente  en la nueva canción popular argentina. Muchas de las canciones de María Elena Walsh fueron utilizadas como canciones de protesta en varios países latinoamericanos en los años de las dictaduras.

Muchas de sus canciones se volvieron símbolos en la lucha por la democracia, entre las que se destacan “Como la cigarra”, “Canción de cuna para un gobernante”,” Oración a la Justicia”, “Canción de caminantes”,” Balada de Cómodus Viscach”, “Postal de guerra”, entre otras.

En el 79 María Elena escribió un artículo para el diario Clarín, en donde comentaba:

“Hace tiempo que somos como niños y no podemos decir lo que pensamos o imaginamos. Cuando el censor desaparezca ¡porque alguna vez sucumbirá demolido por una autopista! estaremos decrépitos y sin saber ya qué decir. Habremos olvidado el cómo, el dónde y el cuándo y nos sentaremos en una plaza como la pareja de viejitos del dibujo de Quino que se preguntaban: «¿Nosotros qué éramos…?»

Hacia el año 1985 fue nombrada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y hacia  1990, Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba y Personalidad Ilustre de la Provincia de Buenos Aires. En 1997 apareció “Manuelita ¿dónde vas?”. La conocida película Manuelita (1999), dirigida por Manuel García Ferré se inspira en este entrañable personaje, además de reunir sus canciones. Vivió con la fotógrafa Sara Facio,  desde inicios de la década de 1980 hasta su muerte.

Falleció el 10 de enero de 2011 en Buenos Aires, a los ochenta años.