EN RODAJE

Carlos Saura filma en Argentina “Zonda” un musical sobre el folklore campero

“Un musical en estado puro” es la definición que Saura ha dado a su actual trabajo que con la participación de figuras del género, está rodando en escenarios camperos de los vecinos.

«Soy un espectador excepcional, estoy viendo a los mejores artistas que tienen en el país, así que disfruto mucho, es un placer”

A los 82 años, Saura afirma haber decidido hacer una película sobre el folclore argentino, “porque es una maravilla, ¿o no? Es algo que he escuchado desde niño. Cuando vine a la Argentina hace dos años, fui por Salta y otras provincias del norte, y me gustó mucho la música del noroeste. Ahora solo se dio la oportunidad de hacerlo”, detalla en declaraciones que publica el diario Clarín de Buenos Aires.

El maestro español, explica y argumenta sobre su futura que “éste es un musical per se. No hay argumento, no hay más que las interpretaciones, la escenografía, la luz, y gran respeto a los artistas. Yo participo sobre todo en la coreografía, intento que la cámara forme parte de esa coreografía. Soy un espectador excepcional, estoy viendo a los mejores artistas que tienen en el país, así que disfruto mucho, es un placer”, explica.

De las manías, las selecciones, y las preferencias personales

Para Saura que se autocalifica de “muy maniático”, la película pasa sencillamente por haber “elegido lo que me gusta”. Recordando que así hizo todos sus musicales, reconoce que ello “no quiere decir que no haya temas maravillosos que no están. La selección es muy rigurosa con lo que a mí me gusta, faltarán cosas o no, pero estarán las que yo quiero que estén”.

Ante la eventual definición de su nueva película como del género documental dice que “a mí me da igual. Yo la llamo musical en estado puro. Pero la pueden llamar como quieran. Es un poco documental, pero tiene otra cosa que no sé qué es. No tiene ninguna historia”.

En cuanto al intenso trabajo que despliega a sus 82 años, Saura afirma que eso mismo se dice él. “Lo de la edad siempre es relativo. Si uno está bien, pues está bien. En algún momento haré ¡clac!, y desapareceré del mapa. Cuando yo hablaba con Buñuel, que tenía 60 años, él me decía que veía la muerte muy próxima. Luis tenía siempre esa cosa de la muerte encima. Yo no la tengo, no me gustaría morirme, pero no tengo más remedio”, sentencia.

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