Woodstock pierde su ícono albino: Johnny Winter se suma a inmortales del “blues”

El cantante y guitarrista albino, con su cuerpo cubierto de tatuajes cuando ello era todavía una excentricidad total, fue más allá de la escenificación, uno de los mayores exponentes de la música estadounidense del último cuarto del siglo XX, manteniendo en alto los valores del “blues texano”, el de más hondas raíces en el Misissipi.

John Dawson Witer III, había nacido en 1944 en Beaumont, Texas, en una familia de músicos y ya a los cinco años descollaba en el clarinete; con su hermano –también albino- a los 15 años grabó su primer disco como guitarrista: School Day Blues.

Un amigo de los negros en medio del racismo

Considerado un “pesado” a la hora de enfrentar los prejuicios y dispuesto a aventurarse en caminos difíciles en épocas de pleno racismo en el sur de Estados Unidos, Johnny no dudó en convivir en los barrios negros con quienes le enseñaron e hicieron profundizar por los caminos “blueseros”.

Johnny Lee Hooker y Elmore james, fueron sus padrinos y mentores musicales, pero Muddy Waters fue su “padre espiritual” a la hora de ahondar en los ritmos más melancólicos y profundos de una música que de Winter en más ya no volvería a ser solamente del delta del Missisipi y de los barrios negros de Chicago.

Johnny fue una de las estrellas que el Festival de Woodstock convirtió en inmortales, pero incluso llevado al mundo de las drogas, del cual logró zafar, sobrevivió a todo y siguió tocando hasta muy recientemente, cuando lanzó su último disco Step back, donde le acompañaron entre otros Eric Clapton y Joe Perry.

Johnny falleció en un hotel en Bulach, una localidad de Suiza cercana a Zúrich, y hasta el viernes no se habían revelado las causas de su defunción.