La muerte del actor Philip Seymour Hoffman enluta la cinematografía mundial

Philip Seymour Hoffman, fue hallado sin vida este domingo en el apartamento del West Village neoyorquino, donde vivía, por un amigo que fue a verlo, preocupado porque no respondía sus mensajes ni al teléfono.

La Policía de Nueva York dijeron que Hoffman apareció con una jeringa hipodérmica en un brazo, y que el contenido de la misma era heroína, aunque dijeron que todo debía ser reconfirmado aún por la Policía Técnica.

El actor había estado en tratamiento por su adicción a las drogas en 2013, e incluso había reconocido que tuvo recaídas después de haber estado sin consumir durante más de veinte años.

Un Oscar por Truman Capote y cuatro nominaciones de la Academia

Pese a que no parecía tener el arquetipo físico para ser un astro de Hollywood, Hoffman había logrado cuatro nominaciones y un Óscar, éste último en 2005 por su interpretación del escritor Truman Capote.

Su capacidad actoral le había permitido descollar en todos sus papeles –de los más variados- que fueron desde un estudiante lineal en “Perfume de Mujer” (1992), a Boggie Nights, donde protagonizó un integrante gay de un equipo de producción de películas porno, pasando por The Big Lebowski, que lo grabó en la memoria del público masivo norteamericano.

Actualmente se encontraba preparando el rol protagónico de Happyfish, una comedia sobre la búsqueda de la felicidad de un hombre en la mitad de su vida.

El actor había nacido en 1967 en Fairport, Nueva York, Hoffman y debutó a los doce años con “Todos eran mis hijos’”, de Arthur Millar, papel que pese a ser en una producción local marcaría su destino. Ingresó a la New York State Summer School of the Arts y el Circle in the Square Theatre School, donde hizo carrera, para luego graduarse en arte dramático en la Escuela de Artes Tisch de la Universidad de Nueva York, desde donde tras ascender en el teatro, que era su gran pasión, alcanzó el triunfo cinematográfico.