Hermana de Tutankamón robada en el saqueo al Museo de Mallawi en Egipto

La “hija del faraón Akenatón”, como ha sido bautizada la pieza, fue el valor más preciado de los egiptólogos que desapareció durante las revueltas en las que más de mil piezas museísticas fueron saqueadas. Muchas ya han sido recuperadas e incluso hay procesados por el robo, pero otras, han desaparecido totalmente sin dejar pista alguna.

El Museo de Mallawi fue arrasado por las hordas, que destrozaron las instalaciones llevándose cuanto creyeron de valor a su paso: mucho de lo que cargaron era incluso de uso cotidiano en el museo, pero otros objetos, como una colección de monedas griegas de oro –lo segundo en valor estimado después de la hermana de Tutankamón- no han dejado el más mínimo rastro

Las piezas más codiciadas en el mercado negro son de la era Akenatón

“La hija del faraón Akenatòn” datada en el siglo 14 antes de Cristo, es una estatua de piedra caliza tallada que, aún cuando reconocida como “hermana de Tutankamón”, se desconoce en realidad a cual de los descendientes del rey representa. Según la simbología de la época la figura está realizando una ofrenda.

Las reliquias de la era Akenatón, están entre las más buscadas por el mercado negro y los traficantes han dado muestras de altísimo interés cada vez que alguna ha desaparecido.

Akenatón, esposo de Nefertiti y padre de Tutankamón, tuvo al menos media docena de hijos, y ha generado insólitas controversias debido a que todas las estatuas que lo representan tienen características físicas marcadamente femeninas. Incluso se ha llegado a solicitad el estudio del ADN de la momia de Akenatón para establecer si podía haber sido un hermafrodita o simplemente poseía características andróginas.