Celia Cruz cumple 88 años y Google le rinde homenaje con un «doodle»

Celia Cruz cumple 88 años y la exitosa cantante cubana de los más famosos ritmos tropìcales como la salsa, la guaracha y el son montuno, recibe hoy el homenaje más extendido de los que la tecnologìa actual se ufana: un doodle del rey universal de los buscadores en Internet, Google.

Celia Cruz, solo pronunciar su nombre parece imposible sin mover los pies. Asì de ìntima es la asociación popular entre la música popular bailable y esta artista de voz acampanada que simboliza hoy, quizàs como ninguna otra, las melodías nacidas y cultivadas en la estrecha e insular cintura de América, bañada por el mar Caribe

Celia Cruz, cuyo nombre completo inscrito en su cédula natal habanera el 21 de octubre de 1925 reza «Úrsula Hilaria Celia de la Caridad Cruz Alfonso de la Santísima Trinidad», así de largo, fue y es simplemente Celia para tres generaciones de cultores de la alegre y acompasada música cubana.

Cuba y Estados Unidos fueron, para el vuelo artìstico de Celia Cruz, «de un pájaro las dos alas», al decir de la metáfora boricua.

El doodle que Google le dedica en alusión explícita al 88 cumpleaños de Celia Cruz, hubo de sortear  de manera imaginaria la propia resistencia invariable de la artista a reconocer su edad, a manera de exorcismo contra las rejas del tiempo.

Sonora Matancera

Celia Cruz cimentó su temprana fama en el canto bello al ingresar en la emblemática orquesta Sonora Matancera el 3 de agosto de 1950 y desde entonces no ha parado de ascender hacia la cima donde los grandes intérpretes musicales de todos tiempos rinden tributo a su merecida fama.

En julio de 1960, en ocasiòn de una gira por México de Celia con la Sonora Matancera, a instancias de eventos familiares infaustos, «la Negra», como suele llamársele cariñosamente, termina residiendo en Estados Unidos, donde su carrera artística la llevó a asociarse con el inmenso Tito Puente al frente de su orquesta homónima.

Para miles de sus admiradores, Celia «Burundanga» Cruz no se alejó de la fiesta que fue su vida en aquella tarde del 16 de julio de 2003, apenas trascendió a la inmortalidad donde «La Negra tiene tumbao» hasta el final de los tiempos.