85 años

Gina Lollobrigida remata sus joyas valuadas en millones con fines benéficos

Está retirada desde 1997, cuando filmó su última película, en una fastuosa villa en las afueras de Roma, a metros de la Vía Appia Antica, donde se dedica a la escultura.

Modelo mostrando las joyas de Gina Lollobrigida / AFP

“Siempre quise ser artista, pero me dediqué a la actuación. Gracias al dinero del cine ahora puede esculpir sin estar obligada por las modas y las tendencias del arte”, afirma Gina Lollobrigida, quien confirma que su colección de joyas saldrá a remate para destinar los fondos a beneficencia.

“Grandes joyeros y amigos multimillonarios han estado interesados en mi colección. Pero nunca tuve una razón para venderlas. Hasta que un día escuché que en Italia no existe una ley que permita realizar tratamientos con células madre. Descubrí que muchos enfermos de mi país tienen que viajar al Reino Unido o Alemania para recibir estos tratamientos, que pueden curar enfermedades y salvar vidas sin medicación. Por eso las vendo, para ayudar a la investigación de células estaminales. Soy escultora, ya no necesito mis joyas. Las vendo sin ningún remordimiento, aunque las compré con mi dinero”, explica la estrella, en reportaje concedido al diario ABC de Madrid.

Esperan recaudar más de tres millones de euros

Será la firma Sotheby´s la encargada de sacar a remate el próximo 14 de mayo, esmeraldas, diamantes, perlas, collares, broches y pendientes, divididos en 22 lotes que desde ya prometen alcanzar cifras históricas. La prensa internacional especializada afirma que el remate es solo comparable al de las joyas de la duquesa de Windsor, de Jacqueline Kennedy, o la de Ava Gardner.

Todo apunta que la pieza que más valor tendrá a la hora de bajar el martillo, será el collar de diamantes que usó como tiara cuando recibió el Globo de Oro, en 1961.

“Siempre digo que llegué a Cinecittà en autobús y salí de allí en un Rolls-Royce. Imagínese, yo era una joven humilde que venía de una familia que lo había perdido todo en la Segunda Guerra Mundial. De pequeña, jamás había recibido un regalo, ni siquiera un mísero juguete. Yo sé lo que es pasar hambre. Ese collar fue la primera pieza que compré en Bulgari, en los años 50. Lo lucía en muchas ocasiones, ¡hasta para ir a comprar fruta!”, ríe la diva.

Afirma que nada le duele en tanto son objetos materiales, aunque solo le ha costado entregar el premio David de Donatello a “La mujer más bella del mundo” que recibió en 1955. “Es una escultura bellísima que diseñó la familia Bulgari. Extrañamente a mi, me dieron la figura original de un quilo de oro ¡Soy una chica con suerte!”, concluye

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