Francia lanza plan de ayuda a librerías ante amenaza del libro electrónico

Desde los directorios de los gigantes cibernáuticos no ha habido respuesta: en realidad no parecen estar interesados en conquistar el mercado francés… solamente. Todo indica que el control del mercado editorial mundial es la meta y como muestra acaban de comprar una nueva rama del negocio: la plataforma de recomendación de libros Goodreads.

En la clausura del Salon du Livre, en París, la propia ministra Aurélie Filipetti, aseguró que las librerías independientes serán defendidas “a lo que cueste” y no solamente con palabras sino con euros contantes y sonantes. “Hace falta mantener el equilibrio entre los actores de la cadena del libro: Si esa red se desintegra, la economía de la edición en su totalidad estará en peligro”, puntualizó.

En principio el gobierno galo destinará 5 millones de euros para un fondo de apoyo a las librerías con problemas de caja, y aumentará de 4 a 7 millones de euros las subvenciones para el gremio librero.

Filipetti enfatizó que “Francia no correrá la misma suerte que Estados Unidos”, donde las limitaciones para editar e imprimir crecen y las librerías al menudeo cierran por decenas cada mes.

Las afirmaciones fueron aplaudidas por los libreros franceses, pero uno de los visitantes al Salon du Livre, el presidente del Foro Internacional de Publicaciones Digitales, el estadounidense Bill McCoy, consideró que “la misión parece imposible. En diez años, entre el 70% y el 90% de las librerías habrá desaparecido en Estados Unidos. Me dicen que en Francia la situación es distinta, que no pasará lo mismo”, aunque reconoció que a su entender, “los poderes públicos no deben malgastar dinero y energías en preservar el caduco modelo tradicional, sino en construir uno nuevo”, según declaró al diario Le Figaro.