Tradiciones

Millones de hindués acuden al mayor festival religioso del mundo

Cientos de miles de peregrinos conducidos por sacerdotes desnudos y cubiertos de ceniza se bañaron este lunes en el sagrado río Ganges, en el mayor festival religioso del mundo, que se celebra cada doce años en Allahabad (India) y al que acudirán en las próximas semanas hasta unos 100 millones de hindúes.

El Kumbh Mela empezó este lunes y transcurre a lo largo de 55 días. Al amanecer, en un momento escogido por los astrólogos, cientos de gurúes, algunos empuñando espadas y tridentes, entraron en las aguas tumultuosas y heladas del río sagrado para significar el inicio de los festejos.

«Nuestro deseo más ferviente es que haya paz y que la gente se cuide y cuide a los demás», declaró a la AFP Naga Sadhu, uno de estos «sadhus» (hombres buenos), que renuncian a la sociedad para recorrer las carreteras tras rendir pleitesía a Shiva.

«Estoy maravillado. Cuando entro en el Ganges me siento tan feliz que no puedo explicarlo» afirma Mokshanand, un barbudo gurú, tras emerger de las aguas en unos coloridos calzoncillos.

Para los peregrinos, el Kumbh Mela es la ocasión de rezar y relajarse, en compañía de familia y amigos, en un ambiente festivo.

«Tienes la impresión de estar unido a algo que está por encima de nosotros», asegura a la AFP Mayank Pandey, profesor de informática de 35 años.

El Kumbh Mela se celebra cada doce años en Allahabad, Uttar Pradesh (norte). Versiones más reducidas tienen lugar cada tres años en otras ciudades indias.

Este festival tiene su origen en la mitología hindú, según la cual unas gotas de néctar de la inmortalidad cayeron en las cuatro ciudades que acogen este festival: Allahabad, Nasik, Ujjain y Haridwar.

Para un hombre como Ram Krishna Verma, un granjero de 42 años del Estado de Chattisgarh que ha viajado 700 kilómetros, se trata de una solemne cita ya que ha venido a dispersar en el río las cenizas de su fallecida madre.

«Murió hace dos meses. Esta será su última morada», asegura.

El «Madre Ganges» es venerado como una diosa, que da la vida pero también la quita. Muchos devotos mojan sus cabezas en sus aguas, algunos la beben o la embotellan y la ofrecen como regalo.

La policía espera a unos 250.000 peregrinos este lunes. El punto álgido será el 15 de febrero, el día de mejores auspicios según los astrólogos, con 20 millones de personas esperadas.

En total, las autoridades estiman que el lugar recibirá la visita de 100 millones de personas, asistencia similar al precedente festival de Allahabad en 2001.

La policía ha movilizado a unos 12.000 agentes para guiar a la gente y evitar avalanchas, frecuentes y a veces mortales en los festivales religiosos indios.

Los organizadores han implementado 35.000 baños, 14 centros médicos, 150 kilómetros de carreteras provisionales, e infraestructuras para aguas residuales.

Cerca de 7.000 autobuses y centenares de trenes especiales traerán a los peregrinos a Allahabad, donde el contaminado río Yamuna confluye con el igualmente sucio río Ganges.

En efecto, pese a su importante rol en el hinduismo, el Ganges está contaminado por las industrias y los populosos asentamientos humanos situados en sus márgenes, que convierten sus originalmente cristalinas aguas procedentes del Himalaya en turbias corrientes río abajo. AFP

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