Unos premios arriesgados que no contentaron a muchos

Hemos visto un puñado de buenas películas, alguna que otra que no la recomendaría ni a mi mayor enemigo, y después de todo esto, llega el palmarés.

Un palmarés que, como bien decía uno de los críticos más conocidos de España, refiriéndose a todos los festivales, «los premios siempre se fallan». En esta ocasión, no ha sido tan grave como en ediciones anteriores, pero lo cierto es que, sin que hayamos tenido nada escandaloso, se echan de menos algunos títulos que (casi todos) esperábamos que recibiesen premio. Empezaremos por un repaso simple a las secciones paralelas.

El premio del público, seleccionado de entre las cintas que conformaban la Selección EFA, la ganadora fue Amour, la última creación de Michael Haneke, y que es la principal favorita para los próximos premios de la Academia de Cine Europeo, el próximo 1 de diciembre en Malta.

La insulsa Arraianos se llevó el premio en la sección Las Nuevas Olas. En el apartado de cine infantil y juvenil, Europa Junior, la ganadora fue El corazón del roble. Y en la No ficción-Eurodoc, hubo doble galardón, para la arriesgada Leviatan, ex-aequo con la pretenciosa Mapa.

Pasamos ya a sección oficial, los premios menores fuera del jurado oficial. La Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía (ASECAN), se fue a lo seguro y premió a la danesa The hunt, otorgándole una mención especial a la griega Boy eating the bird’s food (la inesperada gran ganadora del festival). Por su parte, el premio Eurimages fue para la cinta suiza Sister (seleccionada por su país para los Oscar), ex-aequo con Paradise. Faith.

Y entramos ya, en los premios oficiales, empezando desde los menores y acabando con los más importante, esos que incluyen dotación económica.

El mejor guion fue para la cinta alemana Paradise. Faith. Lo cierto es que fue una sorpresa, ya que el guión de esta película es
verdaderamente escaso y simple (muy simple). Era de las cintas que menos se esperaba que apareciese en esta categoría. Por su lado, la cinta suiza Sister se alzó con el premio a la mejor fotografía por el buen trabajo de Agnès Godard.

En los apartados interpretativos, la mejor actriz fue Nermina Lukac, por Eat Sleep Die. Aunque no era una opción descabellada, era Emilie Dequenne (de la belga À perdre la raison) la que estaba en casi todas las quinielas (en algunas sonaba Pernilla August por Call Girl)

En el apartado al mejor actor, aunque se contaba con que fuese Mads Mikkelsen (ya premiado en Cannes) por su enorme papel en La caza, el premiado fue Yannis Papadopulos por su trabajo en Boy eating the bird’s food. Lo cierto es que es un gran trabajo, en el que se entrega a fondo (con masturbación en primerísimo plano incluida), no es extraño que es premio haya ido a parar a él.

El Premio Especial del Jurado recaló en Reality, de Matteo Garrone, película con la que no se contaba demasiado. Si acaso el de mejor director, premio que este año (inexplicablemente) no se ha otorgado.

La cinta griega Boy eating the bird’s food, cuando nadie lo esperaba, se alzó con un premio más, el Giraldillo de Plata. El jurado ha querido destacar su valentía y radicalidad. Es una opinión que no todos compartíamos.

El Giraldillo de Oro, premio más importante del certamen, recayó en la cinta sueca Eat Sleep Die (Äta Sova Dö), debut en el largometraje de Gabriela Pichler. Resulta inexplicable ya que, aunque la película tiene cierto interés, es una versión desmejorada) de la historia que ya contaron los hermanos Dardenne hace trece años.

Se han echado de menos en el palmarés cintas como Call Girl, o À perdre la raison (la mejor del certamen para muchos, pero que no ha gustado nada al jurado).

Y con ello terminamos esta serie de crónicas que desde Sevilla hemos intentado acercaros estos días.

Gracias y hasta pronto.