CINCO MIL PERSONAS AFECTADAS RECLAMAN PESIFICAR DEUDAS O UNA SOLUCION LEGISLATIVA

Deudores de Consorcio en dólares podrían decretar cesación de pagos

Desde la primera estampida el pasado 20 de junio, el constante incremento de la moneda extranjera ha llevado a que cinco mil deudores de Consorcio de Uruguay, la mayoría de los cuales contrajeron sus obligaciones por préstamos para la adquisición de viviendas, no puedan afrontar los pagos con la empresa financiera.

Si bien en los últimos diez años el tipo de cambio y la inflación tuvieron una evolución coincidente, lo que permitió que los deudores pudieran asumir dichas obligaciones en condiciones estables, la actual coyuntura ha llevado a que sea prácticamente imposible abonar las cuotas. Esto ameritó que el grupo de deudores se reuniera con la Comisión de Vivienda y de Hacienda de la Cámara de Representantes, para informar sobre su situación.

«El 2 de julio realizamos la primera asamblea de deudores en la sede Adeom, a la cual asistieron unas sesenta personas. En la segunda, participaron trescientos deudores y en la tercera reunión cerca de un millar de personas. Creemos que son cinco mil las personas que nos encontramos en esta situación», manifestó Marta Tur, una de las damnificadas.

En una carta enviada a los representantes nacionales, la Comisión Técnica y Negociadora de Clientes y Deudores de Consorcio de Uruguay señala que «a partir de mayo de 2001 esta situación comenzó a cambiar. Quienes tenemos créditos en dólares, tuvimos que abonar todos los meses una cantidad mayor en términos reales, para amortizar nuestras deudas. En los últimos meses, la diferencia entre la evolución del tipo de cambio y la inflación, se ha disparado en forma exponencial. La situación de los deudores es insostenible, no sólo en el mediano y largo plazo, sino en el corto plazo». Uno de los requisitos para el otorgamiento del crédito es que la cuota no exceda el 25% de los ingresos del núcleo familiar. A partir de la libre flotación del dólar y la devaluación del peso uruguayo, los deudores vieron incrementado este porcentaje a un 50%, explicó Zulma Santos, otras de las deudoras. «En el caso de una obligación contraída en enero de 2000 y que en ese momento afectaba el 25% de los ingresos del núcleo familiar y considerando que los mismos no hubieran perdido poder adquisitivo en todo el período (sin tener en cuenta los aumentos en las tarifas públicas), podemos apreciar que el valor de la cuota en pesos equivale en mayo de 2002 (antes de la libre flotación del dólar) al 36% de los ingresos familiares y a mediados de julio, con el dólar a $ 25, al 53,5% de los mismos», señala el documento.

Posible default

Juana Delfante, otra de las damnificadas, sostuvo que, pese a que el grupo de deudores intentó arribar a una solución que contemplara la pesificación y refinanciación de la deuda, los responsables de Consorcio se negaron a recibir al grupo y manifestaron su decisión de analizar caso por caso, pero manteniendo la deuda en moneda extranjera.

«Cada día vemos más lejano el sueño de la casa propia. Hasta ahora, sólo los deudores hemos tenido que asumir el costo de los cambios operados. Esto significa un desequilibrio injusto», manifestó Delfante.

El documento advierte que, de no revertirse la situación, se generará un escenario en el que los deudores caerán paulatinamente en cesación de pagos, con las consiguientes repercusiones sociales y el impacto negativo que la ruptura en la cadena de pagos producirá en el sistema financiero.

«La ejecución de los inmuebles no significará una forma de satisfacer los créditos en un mercado inmobiliario deprimido y saturado de oferta. A esta altura de los acontecimientos queda claro que la solución a esta grave situación deberá venir por la vía legislativa», expresa la carta. *

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