Carpas y cabañas en Punta Ballena

«Esto es lo normal. Nosotros lo esperábamos. Lo importante es que tanto en la primera como en esta quincena, la ocupación está entre 10 y 15% por encima del año pasado», explica Fernando García, gerente del camping.

La otra constante que se repite es el porcentaje de nacionalidades que recurren al turismo de camping en esta zona. Efectivamente, el 70% sigue siendo uruguayo, igual que años anteriores, y el 30% restante es argentino. El Punta Ballena, junto con el que está ubicado cerca de La Barra, son los dos establecimientos de camping que operan con el público que visita Punta del Este empleando esa modalidad, y tiene más de 35 años de existencia. Algunas construcciones, como parte de las cabañas, son de aquella época, pero otras son servicios que el camping fue incorporando en fechas posteriores, como las canchas de fútbol, voleibol o basquetbol, y las piscinas, por ejemplo.

Con la capacidad que cubre en la tercera semana de enero, el Punta Ballena es un bullanguero poblado de unos 600 habitantes, con su supermercado incluido. El mediodía es uno de sus momentos de mayor sociabilidad del camping, cuando los campistas se disponen a almorzar e intercambian bromas y conversación. Uno de los atractivos del camping es la casi obligatoria vida social que impone a sus usuarios, con muy poca oportunidad de aburrirse o rehuirla, porque la convivencia entre familias o entre grupos de amigos es, realmente, inevitable. Las puertas de los apartamentos dan a un alero compartido donde se desarrolla buena parte de la vida social de los turistas, y lo mismo ocurre en el área de cabañas, muy cerca unas de otras, en las parcelas donde se arman las carpas, casi pegadas entre sí. «Es un buen lugar para buscar novio», bromea una muchacha. En la noche el ambiente se vuelve más musical, y cada tanto se forma una guitarreada.

Los precios para vacaciones en camping son, por mucha distancia, los más accesibles. Aquí no se paga «derecho de piso» (el valor del piso por donde se camina en Punta del Este, uno de los metros cuadrados más caros del país), y acampar no cuesta un precio muy diferente en este balneario que en los de la Costa de Oro o las playas de San José. Si el cliente trae todo consigo, y nada más alquila la parcela con derecho al uso de las instalaciones, tiene un costo de 180 pesos por persona al día. Si además alquila carpa, le cobran 220 pesos diarios adicionales. Cuando llega en casa rodante paga por persona y un plus por el remolque, entre 70 y 150 pesos diarios según el tamaño. Y las cabañas tiene precios que varían según su capacidad: 4 personas, 1.500 pesos; 6 personas, 1.800; 8 personas, 2.000. Estas son las tarifas de temporada alta. Es decir, de ahora al 31 y en la semana de carnaval. Luego descienden alrededor de un 20%.