Reclamo. Para el INAU es muy difícil fiscalizar ya que niños y adolescentes acceden fácilmente

Tragamonedas: legisladores del FA volverán a plantear la prohibición

La bancada oficialista, si bien aún no tiene una postura definitiva, retomará el proyecto de Ley presentado por el Poder Ejecutivo en 2009, que proponía prohibir las máquinas tragamonedas en espacios fuera de los Casinos.

Se calcula que en Uruguay hay unos 300 centros que tienen maquinitas traga monedas, según estimaciones realizadas desde varias fuentes (legislativas, INAU, y desde el ámbito comercial, entre otras). Ante la falta de regulación, estas máquinas son de libre acceso tanto para menores como para adultos. En algunos casos, las condiciones del entorno no son las ideales para que concurran niños, niñas y adolescentes. Las leyes sobre juegos de azar, establece la prohibición de esta práctica para menores de 18 años. Sin embargo, desde el Estado y el sistema político en general, son cada vez más las denuncias sobre la puesta en funcionamiento de estas máquinas en espacios de acceso de niños y adolescentes. También, a nivel político y social, la cuestión de las máquinas traga monedas sigue su curso de análisis. Tanto en el Parlamento como a nivel del Poder Ejecutivo, el tema está siendo tratado cada vez más. Ayer, un grupo de padres que reclama desde el año 1997 por la instalación de traga monedas en bares, kioskos, y demás comercios, fueron recibidos por asesores del presidente de la República José Mujica.

Héctor Silvera y un grupo de ciudadanos que se identifican como «Padres preocupados», fueron recibidos por las doctoras Blanca Scala y Raquel Samboni, asesoras en lo legal de la Presidencia de la República. Silvera explicó a este matutino que «somos padres organizados contra las malas prácticas, y en este caso las máquinas traga monedas son una de ellas». Silvera valoró positivamente el recibimiento por parte de las profesionales. Aseguró que «hoy, el tema de las máquinas tragamonedas no está tipificado como delito». Sostuvo, que hoy llevaron a las abogadas el proyecto de Ley «que en 2009 presentó el presidente Tabaré Vázquez, y que no llegó a ser tratado por el Parlamento». Con ese proyecto de Ley, se espera que se apruebe en el Parlamento la prohibición de instalar máquinas tragamonedas «y cualquier otro juego de azar» explicó Silvera. Aclaró que «no estamos hablando se quitar la quiniela y la tómbola, lo que ya está por ley se deja, lo otro debería ser sancionado», expresó. El viernes 23 de julio, los padres se reunieron con el ministro de Economía, escribano Fernando Lorenzo, a quien «le expusimos nuestra preocupación por las máquinas tragamonedas en los comercios y comunicamos que estamos totalmente en contra de la regulación de esta actividad». A su vez, las reuniones se extenderán a los intendentes de todo el país.

 

INAU las rechaza

Para el director del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU), Jorge Ferrando «este tipo de prácticas favorece a la apuesta y al consumo, y no al juego por el juego mismo». Explicó que se debe procurar acercar a los niños y adolescentes al juego, pero como «recreación, favoreciendo la competencia sana, colectiva y deportiva». Ferrando explicó que en la actualidad «hay una expansión muy fuerte de esta modalidad» por lo que es «muy difícil fiscalizar» por parte del INAU.

Por su parte, el diputado por San José, el frenteamplista Walter de León, explicó a LA REPUBLICA que «la preocupación radica en que la gente más pobre es la que generalmente accede a este tipo de prácticas». A su vez «pero también es una preocupación el acceso de niños y adolescentes a los juegos de azar». De León dijo que otro punto a tener en cuenta es que estos juegos «no cuentan con ninguna regulación y no aportan nada al Estado».

Por otro lado «no es como la quiniela, o la tómbola, que uno juega una sola vez en el día, sino que las máquinas traga monedas son en cierta medida adictivas». De León agregó que también existe la opción de que se regule la práctica y que las máquinas aporten al fisco lo cual «no es lo mejor a nuestro entender, y preferimos que sean prohibidas definitivamente».

 

Reclamo económico

En mayo de este año, el senador frenteamplista (Asamblea Uruguay) Luis Gallo Imperiale planteó en el Parlamento que el Ministerio del Economía tenga una acción más decidida para el combate de la instalación de máquinas tragamonedas. El legislador ­según consta en acta­, explica que se debe avanzar hacia «la construcción de un nuevo escenario en donde se acote esta expansión comercial indeseada, donde se defina el contexto admitido y se tenga una normativa civil y penal aplicable». El parlamentario agregó que «se debe apurar la pisada en esta materia pues la derrota en materializar la prohibición de este juego es contumaz y es hora de una posición inteligente del Estado como regulador del mercado que preserve los valores en juego, siendo imperioso que el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Economía y Finanzas, remita un proyecto de ley».

En 2006, los importadores de máquinas tragamonedas lograron el aval del Poder Judicial. Ese año LA REPUBLICA informaba: «Varios fiscales y jueces penales coincidieron en dictaminar que la actividad de las máquinas tragamonedas y electrónicas de azar, ubicadas en bares, pub, whiskerías, kioscos, y clubes ­entre otros­, no violan ninguna disposición penal, y por tanto resolvieron devolver todas las máquinas incautadas a sus propietarios». Aquel año, el reclamo por parte de los casinos del Estado se realizó teniendo en cuenta la pérdida económica que le significaba al Estado la evasión fiscal por los juegos de azar. Ecuador, Perú y Dinamarca ejercen medidas de lucha contra la instalación de máquinas tragamonedas. «Nosotros tenemos mucha información al respecto, y esa información la llevamos a las autoridades, porque en lo lugares donde se aplicaron las medidas, había una grave situación», explicó Silvera.

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