Profesionales avalan al doctor Mnuel Llano

La médica Esperanza Bulla, su colega Mariela Rivero y el veterinario Tabaré Sobrero aseguraron a LA REPUBLICA tener una experiencia directa de la aplicación de la homeopatía del médico veterinario Manuel Antonio Llano y de los efectos positivos logrados en determinados tipos de cáncer.

Los testimonios fueron recogidos después que LA REPUBLICA difundiera en su edición del jueves 21 el trabajo que Llano viene realizando en Treinta y Tres, y desde entonces su teléfono celular no ha cesado de sonar, para atender llamadas locales y también muchísimas desde el exterior.

Mucha gente se interesó en la sustancia homeopática elaborada por Llano con la que logró mitigar los efectos del cáncer. Se trata del resultado de estudios a lo largo de muchos años, al cabo de los que el científico logró desarrollar un medicamento homeopático en base a dos conocidas hierbas que abundan en nuestros campos.

En la actualidad son cientos de personas de nuestro país y del exterior las que acuden a Llano ( 099 853 018), con la perspectiva de los alentadores resultados alcanzados por su medicación en determinados cuadros de cáncer.

Acerca de los resultados de la investigación del doctor Llano, LA REPUBLICA habló con la doctora Esperanza Bulla, quien se refirió a la experiencia familiar por la que atravesó hace poco tiempo. «Mi esposo tenía un carcinoma prostático con un grado 8 en la escala de Glibsson», señaló la médica, quien dijo que «nos pusimos en contacto con Llano y mi esposo comenzó a tomar la medicación recomendada».

«Hoy a más de tres años de iniciado el tratamiento, el paciente sigue tomando las gotas y está cada día mejor. Soy sincera y reconozco además que Llano no tiene ningún afán de lucro, y eso vale mucho y habla muy bien de su riqueza humana», dijo.

«Sé de muchos colegas míos que reconocen el trabajo de Llano y la efectividad que logran sus medicamentos en pacientes con cáncer», puntualizó la profesional.

Mientras tanto, la doctora Mariela Rivero, de la ciudad de Treinta y Tres, aseguró a LA REPUBLICA que «la investigación y los conocimientos del doctor Llano me han asombrado enormemente, porque uno sale de la Facultad con toda una parte técnica-científica comprobada, con cosas que uno sabe que no tienen mucha solución, porque la ciencia no llegó hasta ahí».

«Sin embargo», siguió, «con estos medicamentos, con la homeopatía del doctor Llano, encontré una solución importantísima y una calidad de vida mucho mejor, que es lo que más me importa para mis pacientes».

«En lo que respecta a la parte humana he enviado a muchas personas a consultar a Llano y hoy están muy agradecidos a él. Llano se maneja con mucha solidaridad con sus pacientes y con una intención muy humana para tratar a quienes padecen graves enfermedades», agregó.

Paralelamente, el veterinario rochense Tabaré Sobrero dijo a LA REPUBLICA que «el método científico es el que da un criterio sólido, el fundamento para poder probar y comprobar con rigurosidad total», de tal manera que considera que «los productos del doctor Llano surgieron como conquistas prácticas, fruto de la observación minuciosa y prolija, y luego pasaron a la constatación derivada del conocimiento científico».

Profundizando su opinión sobre la investigación del profesional olimareño, Sobrero, remarcó que «el descubrimiento de Llano es un ejemplo de conocimiento empírico, vulgar, común, que luego se transforma en conocimiento técnico, previo pasaje por exigentes investigaciones que se realizan con criterio científico».

Admitió Sobrero que «cuesta creer que de un humilde pastito, llamado ‘mío-mío’ y técnicamente Baccharis Coridifolia, surjan principios medicamentosos que atacan células tumorales malignas. De esta manera se creó una opción terapéutica nueva, que no sólo no es excluyente con los recursos usualmente utilizados (cirugía, radioterapia y quimioterapia), sino que es complementaria».