Maestros. Secretaria general de FUM denuncia "agresividad en asambleas" y "desconocimiento de resoluciones"

Teresita Capurro rompió el silencio y criticó a "radicales" de Ademu

«La estafa que no tiene perdón es fallarle a nuestros niños», culmina una dura carta que circula en la interna de los sindicatos de maestros de todo el país.

Esta carta llama a la «unión sindical» y critica a los «radicales» de la Asociación de Maestros del Uruguay (Ademu) en su filial Montevideo, mencionando especialmente a las listas Epoca y 319.

La misiva fue enviada al resto de la FUM (Federación Uruguaya de Magisterio) y se denuncia también «la agresividad en las asambleas de Ademu» donde «no se ahorran adjetivos, insultos, descalificaciones, tornando insoportable la presencia de compañeras y compañeros que no tienen por qué soportar tanta violencia». La secretaria general de la FUM Teresita Capurro junto con el renunciante al Secretariado Ejecutivo de Ademu Montevideo Gustavo Macedo criticó el funcionamiento de la filial capitalina. Bajo el título «Algunas reflexiones para compartir con nuestros compañeros», los tres dirigentes sindicales, pertenecientes a la lista «moderada» 27 Agustín Ferreiro comienzan señalando «los resultados negativos de una táctica y estrategia equivocada en Ademu Montevideo, claramente contrapuesta a la resuelta democráticamente en nuestra FUM». Bajo el subtítulo «errores son errores», la carta se refiere a las concentraciones del 24 de diciembre, 6 y 17 de enero por parte de «un grupo de maestros de Montevideo que asistió al domicilio particular del presidente Vázquez (en particular integrantes de las listas 1995 y Epoca) a reclamar reivindicaciones similares a las de la FUM, pero claramente fuera de los plazos para hacerlo». Estos maestros en dicha oportunidad solicitaron «una entrevista al Presidente de la República para hacer planteos nacionales, algo así como querer usurpar representaciones electas democráticamente con el voto secreto y directo de la totalidad de los afiliados a la FUM». Este aspecto fue también criticado en su momento por la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza (CSEU) tal como informó LA REPUBLICA el 31 de enero pasado, ya que el presidente Vázquez devolvió a los maestros una carta diciendo que rechazaba los «escraches realizados».

 

Estrategia equivocada

En la carta de Capurro, también se recuerda que la estrategia de la FUM, mediante una resolución del 23 de febrero fue que ninguna filial podía realizar paralizaciones hasta el mes de abril «medida pautada previniendo que se endurezcan las negociaciones en el marco de la Rendición de Cuentas» dijo en enero a LA REPUBLICA la dirigente sindical. En la carta que hacemos pública, Capurro dice que «Ademu Montevideo y Ademu Canelones no tomaron en cuenta las resoluciones de la FUM». Se refiere a la medida de paro adoptadas por ambas filiales para el día de comienzo de clases (3 de marzo). Dice que la decisión de paro se realizó sin «el colchón social de apoyo tan necesario para un conflicto de maestros» pues «no hubo el tiempo necesario para que padres y alumnos comprendieran los por qué de una medida así». Agrega que estas medidas «no las podemos entender, mucho menos cuando todavía no existía ni un borrador de Rendición de Cuentas y antes de comenzar las negociaciones». Se pide en la carta que «los compañeros de la lista 1995 y Epoca» expliquen «la razón, de la sin razón de votar paros aislados del resto de los trabajadores de Primaria» y «se lo tendrán que explicar también a los más de 1.500 maestros consultados para la asamblea del 16 de diciembre que se expresaron por movilizaciones conjuntas con la FUM». Acusa también un «desacato» a la Mesa Representativa de Paysandú «en la cual participaron y donde se resolvió que las medidas fueran todas en forma conjunta dentro de la FUM y de ser posible coordinado con CSEU».

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