EL CAMBIO CLIMATICO PUEDE AFECTAR EL 90% DE NUESTRO FUTURO SI NO SE TOMAN MEDIDAS

El 50% del dióxido de carbono que emite Uruguay se debe al transporte

El ingeniero químico Luis Santos, integrante de la UCC del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma), realizó junto a su colega Magdalena Preve una exposición sobre el cambio climático. Esta realidad golpea al mundo en forma de desastres naturales, como tormentas, inundaciones, sequías, tornados o tsunamis, que ocasionan gran cantidad de muertes y pérdidas económicas, sobre todo para los países en desarrollo.

El doctor Hugh Salvesen, embajador del Reino Unido y anfitrión de la conferencia, explicó a los presentes que la seguridad climática es una prioridad estratégica de la política exterior de su país y aseguró que es necesaria una rápida transición hacia una economía de bajo carbono. Por eso, el Parlamento británico aprobó reducir en un 60% las emisiones de carbono para el año 2050.

El sistema climático es la interacción entre la atmósfera, la tierra, la hidrósfera (océanos), las zonas del planeta con hielo (criósfera), la vegetación y la biosfera (sistemas vivos). Del desorden en este sistema deviene el cambio climático. El hombre ha aumentado su influencia sobre este sistema, transformándolo de forma brusca.

 

Efecto invernadero

La mayor parte de la radiación solar pasa a través de la atmósfera y calienta la Tierra de forma natural. Sin embargo, la creación de una capa de gases excesivamente gruesa a causa de la actividad del hombre hace que la radiación infrarroja quede atrapada en la Tierra y produzca un calentamiento que supera los niveles normales.

El Grupo Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) fue creado en 1988 y reúne a científicos de todo el mundo. La institución no realiza investigaciones pero sí evalúa la información que ya existe.

Tiene tres campos de trabajo. En el primero se evalúan los aspectos científicos, y en el segundo se examina la vulnerabilidad de los sistemas socioeconómicos y la adaptación de las sociedades. En el tercero de ellos se estudian las opciones que permitirían limitar las emisiones de gases de invernadero.

 

Cada vez más caliente

Entre 1970 y 2004 aumentaron en un 70% las emisiones de dióxido de carbono (CO2). La cuarta parte del total se produjo entre 1990 y 2004. Los diferentes gases no contribuyen de igual manera al efecto invernadero y dependen de su tiempo de vida. Por ejemplo, el CO2 permanece 150 años en la atmósfera y el metano (CH4) 12 años.

El CO2 es responsable de más del 60% del aumento del efecto invernadero y es el resultado de la quema de combustibles fósiles, de la desforestación y de los cambios en el uso de las tierras tropicales.

Se ha constatado que desde el siglo XIX la temperatura global tuvo un aumento de 0,75 º C. Ademas, los últimos 12 años fueron los más calurosos de los registrados en la historia de la humanidad, con un récord en 2005.

También ha crecido en 17 centímetros el nivel del mar durante el siglo pasado, debido, entre otras causas, a que la cubierta de nieve del planeta ha disminuido entre un 20% y 30% desde fines de la década del 60. Además hubo cambios en las precipitaciones, que aumentaron en algunas zonas (como la nuestra) y disminuyeron en otras.

 

Impactos y consecuencias

Los impactos de estos cambios climáticos afectan la vida de todos los seres vivos. Influyen en la salud humana, la agricultura, los bosques, los recursos hídricos y costeros y los ecosistemas. También se ve afectada la economía, a través de la mayor frecuencia de los eventos climáticos extremos. No obstante, no se ha comprobado que todos ellos se originen en el cambio climático.

Los gastos globales ocasionados por estos eventos entre 1950 y 1998 han venido creciendo. En la primera década analizada hubo 13 eventos de estas características, pero en la ultima década la cantidad de catástrofes llegó a 72.

Teniendo en cuenta que en el pasado las emisiones de gases provocaron igualmente un calentamiento global inevitable, es preciso crear medidas de adaptación al problema, sobre todo considerando la extrema vulnerabilidad de algunas comunidades, especialmente las más empobrecidas del planeta.

Las medidas que se pueden adoptar para mitigar y adaptarse a este problema son muy costosas. Por ese motivo se estableció que todos los países son responsables, pero no en la misma escala. Si no se toman las resoluciones adecuadas los gases crecerán entre un 25% y un 90% para 2030.

 

Los perdedores serán los más chicos

El economista británico Nicholas Stern, autor de una obra sobre cambio climático, explica que solamente en los países en desarrollo la adaptación tendrá un costo de miles de millones de dólares al año, lo que incrementará la presión sobre los recursos ya escasos. El especialista indica que es importante acelerar los esfuerzos de adaptación, particularmente en los países en desarrollo.

Para reducir las emisiones de gases nocivos para el medio ambiente se pueden realizar varios cambios. Algunos de ellos son la implementación de equipos eléctricos más eficientes en la industria, el aumento del reciclado de materiales y el control de las emisiones de CO2.

Otras medidas son el manejo adecuado de la tierra en la agricultura ­incluyendo la recuperación de tierras degradadas­ y la mejora de las técnicas de cultivo del arroz. En lo forestal es preciso reducir la tala de bosques y plantar más árboles. También es posible trabajar sobre los residuos, a través de su incineración, almacenando y recuperando la energía, reciclándolos y disminuyéndolos.

Una de las medidas más importantes que se han implementado a nivel mundial para mitigar la emisión de gases de invernadero es el Protocolo de Kioto, que establece que los países deben reducir sus emisiones de gases.

 

El transporte y el agro, los más contaminantes

En Uruguay el 50% de las emisiones de dióxido de carbono se produce en el transporte. A causa de ello es importante aumentar la creación de biocombustibles para suplir a los combustibles fósiles. El mayor porcentaje de emisiones de CH4 lo tiene la agricultura, con un 84%. En cuanto a las emisiones de N2O, el 60% proviene de los excrementos de ganado en los suelos de pastoreo.

Sin embargo, gracias en parte a que las plantaciones forestales absorben el 71% de las emisiones de CO2, nuestro país no tiene valores de contaminación. Los valores de lo que Uruguay emite y lo que absorbe en gases de efecto invernadero se neutralizan, lo que nos convierte en un país no contaminante.

Uruguay ratificó el Protocolo de Kioto en 2000 y creó ese mismo año la Ley General de Protección del Medio Ambiente. En 1997 se publicó la Comunicación Nacional Inicial, en la que se evaluó la situación del país. Es la tercera nación en desarrollo que la elabora. A su vez, en mayo de 2004 se presentó la Segunda Comunicación Nacional, en donde se explica el programa de adaptación y mitigación del cambio climático en Uruguay. *

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