PATOVICAS Y PISTOLAS DE AGUA: RECURSO DE ALGUNOS BARISTAS PARA EVITAR MULTAS

Prohibido fumar: desde hoy no se puede encender un cigarrillo en espacios cerrados

El último adiós. Los fumadores se despidieron ayer del cigarrillo en los bares, restaurantes, boliches, supermercados, estadios de básquet, shoppings y también en el trabajo. La mayoría de los comercios cumplió a rajatabla el decreto: comenzó a acatar la disposición a hora cero de hoy, ni un minuto antes ni un minuto después de lo establecido. «Estamos aprovechando al máximo lo que queda antes de entrar en vigencia el decreto», confesó ayer a la tarde Leonardo Leao, encargado de Expreso Pocitos, ubicado en avenida Brasil y Benito Blanco. Leao dijo que los clientes de ese bar son «mayormente fumadores, por eso ya me aclararon que se van a sentar en las mesas de afuera». El encargado no cree que la norma provoque una fuerte caída en las ventas, aunque «algunos de los clientes ya dijeron que no van a venir a tomar el café de la mañana». Para Leao, fumador, «es una cuestión de costumbre, por eso necesita un período de adaptación». En el Café Bacacay tampoco quisieron «hacer sufrir a la gente antes de tiempo», aseguró su gerente. En ese bar, ubicado en Bacacay y Buenos Aires, la norma también comenzó a regir a la hora establecida. «El gran interrogante es cómo reaccionará la gente ante la medida. Hasta ahora se ve de todo, los que se ofuscan, los que aprueban la norma», contó Eduardo. Al comerciante le preocupa que el poder de policía recaiga en los dueños y empleados de locales. «Nos dan un rol que no buscamos». El dueño de El Pony Pisador, Roberto Requejo, también manifestó sus quejas por este punto del decreto: «¿Por qué tenemos que hacernos cargo nosotros de las infracciones de las personas?».

 

Patovicas y pistolas de agua

A la hora de hacer cumplir la norma, los comerciantes apelarán a todo tipo de recursos. Algunos, sobre todos los dueños de boliches de grandes dimensiones, aseguraron que pondrán patovicas hasta en los baños para evitar que alguien prenda un cigarrillo. Y otros, como Requejo, ya compraron pistolas de agua para apagar los puchos que puedan encenderse.

Daniel, encargado de la Pizzería Trouville ubicada en Gabriel Pereira 3151, dijo ayer que hará cumplir la norma porque no tiene «otra opción. No me parece lógico que no pueda haber espacios con la ventilación adecuada para que puedan consumir allí los fumadores. Eso no perjudica a nadie».

En Peñarol también se preparaban ayer para el estreno de la veda. «Estuvimos haciendo una campaña de concientización con los clientes y vecinos para que todos estén al tanto de la prohibición», indicó Antonio Pereyra desde el bar La Primavera. La mayoría cumplió lo establecido por norma, pero otros se adelantaron a la medida. Fue el caso de La Pasiva ubicada en 8 de Octubre y Comercio. En ese local se restringió el consumo de tabaco desde anteayer, manifestó su encargado Enrique. «Nadie fumó ni puso objeciones a la medida». Ese comercio sacó antes de tiempo todos los ceniceros, pegó la cartelería que alerta sobre la prohibición y colocó folletos en las mesas, medidas que fueron incluidas en otro decreto firmado por el gobierno el mes pasado.

 

«El decreto busca garantizar los derechos del no fumador»

Unas horas antes de entrar en vigencia la norma, el subsecretario de Salud Pública aclaró que la medida se implementó mediante un decreto para «garantizar los derechos de los no fumadores».

«Esto no es una cruzada disciplinadora sino una forma de garantizar los derechos de las personas que no fuman. Todo gobierno que se interesa por la promoción de la salud de sus ciudadanos debe aplicar este tipo de medidas».

A la hora de responder por qué no se dejó la posibilidad de implementar bares exclusivos para fumadores, el profesional sostuvo que la «experiencia internacional indica que si se ofrece esta opción, la mayoría de los comercios se inclina por el exclusivo de fumadores. Y en ese caso no se está cumpliendo con el objetivo de la medida». En cuanto al control que se realizará indicó que desde hoy saldrán los inspectores a la calle para verificar el cumplimiento de la norma. «Lo fundamental de estas disposiciones es hacerlas cumplir y sostenerlas en el tiempo. Eso no quiere decir que en principio no haya flexibilidad». Las multas fijadas van de las 100 UR (unos 27 mil pesos) a los 200 UR en caso de reincidencia. Los controles serán realizados por inspectores del Ministerio de Salud Pública con apoyo de agentes de la Dirección General Impositiva. *

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