Docentes, estudiantes y funcionarios de UDELAR repudian acoso sexual contra profesora

Días pasados trascendió una denuncia por acoso sexual que presentó una doctora y docente de Matemáticas ante la Comisión de Prevención y Actuación ante el Acoso y la Discriminación de la Universidad de la República (UDELAR), contra un docente grado 5 del Centro de Matemáticas de la Facultad de Ciencias.

Tras la acusación se procedió a una investigación de la UDELAR. Existe otra denuncias contra el mismo catedrático por hechos que ocurrieron hace algunos años.

A raíz ello, todos los gremios de docentes, estudiantes y funcionarios manifestaron su preocupación y repudio.

En efecto, la Asociación de Docentes de la Universidad de la República expresó su “profunda preocupación por los hechos denunciados y la voluntad de contribuir al esclarecimiento de los mismos, establecer responsabilidades y apoyar las medidas que permitan proteger a las víctimas”.

Repudian “las prácticas de abuso en todas sus formas”, y aseguran que ni la UDELAR ni las organizaciones gremiales “son prescindentes, omisas ni mucho menos cómplices ante estos hechos”.

Asimismo, los docentes recuerdan que existen “procedimientos y protocolos que se han puesto en marcha ante todas las denuncias recibidas”, pero reconocen que es necesario su “fortalecimiento”.

Por su parte, los estudiantes universitarios realizaron un paro activo en rechazo a los hechos denunciados.

“La UDELAR ha cobijado y normalizado el abuso”

En el mismo sentido, la Agremiación Federal de Funcionarios de la Universidad de la República expresó su “visceral repudio a toda forma de acoso, discriminación y violencia en la UDELAR, sea laboral y/o sexual o de otra índole, sea hacia estudiantes, docentes y/o funcionarias/os”.

“Creemos firmemente que la UDELAR debería dar todas las garantías a las/os denunciantes, brindando un proceso eficiente, rápido y seguro”, expresan los funcionarios en su declaración.

Agregan que para ello un paso ineludible es “atender las recientes denuncias, reconocer que estas prácticas han existido y existen hasta el día de hoy y la institución las ha cobijado y normalizado, para sancionar ejemplarmente a los acosadores que permanecen impunes y en muchos casos ocupando cargos estratégicos de toma de decisiones donde tienen un camino allanado para mal ejercer el poder”.