Poder Ejecutivo presentará al Parlamento protocolo contra la explotación sexual infantil
El Ejecutivo presentará el proyecto ante el Parlamento a fin de proteger a los menores de "una de las formas más graves de vulneración de sus derechos".
El gobierno presentará ante el Parlamento un protocolo de detección, investigación y explotación sexual comercial de niños y adolescentes, con la idea de que sea convertido en ley.
Así lo confirmó el ministro del Interior, Eduardo Bonomi este lunes 2 al terminar el Consejo de Ministros en la Torre Ejecutiva. El jerarca considera que la iniciativa “no ofrece mayores dificultades y es compartida por todos”.
El protocolo busca orientar la actuación de las autoridades policiales y brindar herramientas prácticas para garantizar los derechos de las víctimas testigos, peritos y organizaciones involucradas, pero también pretende estandarizar los mecanismos de coordinación interinstitucional en la investigación y atención integral de los casos de violencia basada en género.
Por los derechos de los menores
“La explotación sexual comercial de niños y adolescentes es una de las formas más graves de vulneración de sus derechos”, dijo Bonomi. “Es una forma de violencia que genera daños a nivel físico y psíquico”.
El protocolo establecerá además principios que regirán los procedimientos policiales que permitan garantizar los estándares mínimos definidos en las directrices de Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en los convenios internacionales de protección de los derechos de los menores.
Los cuatro conceptos básicos de la normativa serán los derechos humanos, el género, la diversidad sexual y las generaciones. Entre otros lineamientos se refuerza, por ejemplo, el no revictimizar a los afectados (las autoridades intervinientes no deben emitir juicios de valor sobre conductas y costumbres de las víctimas) y la protección inmediata a las personas involucradas.
En relación con la problemática, el ministro reconoció que es “un tema que en el pasado, muchas veces, fue tratado con menos atención” e insistió en la necesidad de escuchar a los niños y considerar los detalles menores. “No son cosas de niños, son cosas serias”, concluyó.
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