Académicos extranjeros resaltan iniciativa de Uruguay de regular etiquetado de alimentos

Vázquez recibió en las últimas horas una misiva que lleva la firma de especialistas internacionales de las más prestigiosas universidades tales como: City University of London, University of Oxford y Yale University of School of Medicine, entre otras, en la que resaltan la decisión de Uruguay de implementar el etiquetado frontal de alimentos.

Manifiestan que la medida puede “ayudar a los consumidores a tomar decisiones más saludables a partir de la comunicación directa y clara de los atributos de los productos empaquetados”.

Ello permitiría fortalecer la decisión de consumo y reducir la carga de enfermedades cardíacas y la diabetes.

Como expertos en obesidad y enfermedades relacionadas, como la diabetes, así como también en políticas científicas públicas vinculadas con la prevención, manifiestan que “existe consenso científico sobre el papel de los alimentos y bebidas con alto contenido de energía, azúcar agregada, sodio y grasas saturadas”, ya que el consumo excesivo de estos alimentos y bebidas no saludables “es una de las principales causas de obesidad y sus enfermedades relacionadas”.

Por tanto apoyan “enfáticamente” el uso del etiquetado frontal de advertencias nutricionales de alimentos, tal cual lo ha propuesto Uruguay, y la definen como una “medida clave para informar a los consumidores, frenar el consumo de estos alimentos no saludables y abordar la problemática”.

Libre de conflicto de intereses

Expresan su apoyo para crear un “sistema de etiquetado frontal de alimentos” en Uruguay que brinde una “orientación clara y efectiva a consumidores y que sea libre de cualquier conflicto de intereses”.

El rotulado frontal también podría “alentar a los fabricantes a mejorar la calidad nutricional de sus alimentos para alcanzar estándares que permitan usar etiquetas más positivas”.

Las actuales etiquetas voluntarias basadas en las Guías Diarias de Alimentación, que son promovidas por la industria alimentaria en Uruguay y en el mundo, “no solo no se entienden, sino que no se utilizan, ni son efectivas para alentar decisiones más saludables”, aseguran.

Recomiendan un sistema “obligatorio de etiquetado frontal de advertencias nutricionales que utilice un modelo sólido de descripción de nutrientes, diseñado por académicos e investigadores sin conflicto de intereses que restrinjan otras declaraciones nutricionales o sobre la salud”.