Nueva ley reconocería derechos a personas apátridas en Uruguay

Un nuevo proyecto de ley, presentado por el Poder Ejecutivo, pretende darles reconocimiento y protección en Uruguay a aquellas personas que, por distintas razones, se han quedado sin patria. Esto puede suceder porque un país se ha disuelto, o porque ha dejado de existir, o porque se le ha negado la nacionalidad, por ejemplo los kurdos, que residen entre varios estados mutuamente limítrofes, que les niegan la nacionalidad propia.

El texto del proyecto contiene 4 títulos y 40 artículos para regularizar y ofrecer buenas condiciones sociales y humanitarias a los apátridas, y su fin será el de asegurarles libre ejercicio de sus derechos y libertades fundamentales, tal como establece Convención sobre el Estatuto de los Apátridas de las Naciones Unidas, firmada en Nueva York el 28 de septiembre de 1954.

El Ministerio de Relaciones Exteriores anunció a diciembre de 2011 que había intenciones de establecer un entorno y un procedimiento para determinar formalmente la condición de apátrida, y de ofrecer un estatuto consistentes a las personas sin patria.

El primer título de la ley define quién es una persona apátrida, los conceptos de unidad familiar, de no rechazo en la frontera y de no devolución. También se estipulan métodos para determinar qué individuos no son elegibles, así como la cancelación, renovación y cese de la condición de apátrida dentro del país.

Más adelante, en el segundo, se establecen derechos y deberes, mecanismos para el otorgamiento de un documento de identidad y de viaje, las condiciones migratorias y la asistencia administrativa. En el tercero se establece que habrán órganos e instituciones competentes en la materia de personas apátridas así como sus funciones y fines. En el cuarto se asientan los procedimientos para determinar quién califica como persona apátrida, y en el quinto hay una serie de disposiciones finales que cierran la ley.

10 millones sin patria

Según datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), actualmente en el mundo hay al menos 10 millones de personas en condición de apátrida, que tiene un impacto nefasto en sus vidas. Se les niegan los derechos más fundamentales y el acceso a cualquier servicio estatal en su país o en cualquier otro lugar.

Tres países expulsaron el 55% de la población refugiada o apátrida del mundo: Afganistán, con 2,5 millones y Sudán del Sur, con 1,4 millones, sumando 5.5 millones. Más de la mitad de los 10 millones de apátridas y refugiados están al cuidado de ACNUR, y viven en campos de refugiados, con condiciones sanitarias y humanitarias muy difíciles.

Durante las dos últimas décadas, la población mundial de personas desplazadas a la fuerza ha aumentado significativamente, y continúa en una cifra récord.