JORNADA

La educación en el sistema penitenciario es un tema pendiente en Uruguay

La jornada sobre educación, trabajo y arte en cárceles celebrada el pasado viernes concluyó que la educación en el sistema penitenciario es un tema pendiente para Uruguay.

La educación en el sistema penitenciario es un tema pendiente para Uruguay. Foto: UDELAR
La educación en el sistema penitenciario es un tema pendiente para Uruguay. Foto: UDELAR

El viernes 22 de setiembre se llevó a cabo la jornada «Educación, trabajo y arte en las cárceles» en el anexo del Palacio Legislativo.

La actividad constó de una mesa pública de diálogo con autoridades del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), de la Universidad de la República (Udelar) y del Consejo de Formación en Educación; y el realto de las experiencias de diversos programas que trabajan con el foco en las personas privadas de libertad como el Programa Integral Metropolitano (Udelar), Usina Cultural Matices, Programa Población de la Facultad de Ciencias Sociales (Udelar), Área de Derechos Humanos del Servicio de Extensión y Actividades en el Medio (Udelar), y Learning Together (Universidad de Cambridge).

Los panelistas que intervinieron en la jornada coincidieron en señalar que la educación en el sistema penitenciario continúa siendo un tema pendiente, recoge la página web de la Udelar

El comisionado parlamentario para el Sistema Carcelario, Juan Miguel Petit, hizo referecia al trabajo de las docentes de la Universidad de Cambridge, Ruth Armstrong y Amy Ludlow, fundadoras y directoras del programa «Learning Together» (aprendiendo juntos) y destacó la experiencia de poder «escuchar propuestas innovadoras y transformadoras» en un tema central como es la educación en el sistema penitenciario.

Petit reconoció que aunque se está trabajando mucho ese sigue siendo un tema pendiente en nuestro país. A su vez consideró que la experiencia de Armstrong y Ludlow muestra cómo puede el estudiantado universitario «invadir» las cárceles con aire fresco, innovación, ideas y posibilidades de trabajo superando obstáculos y prejuicios.

Por su parte el prorrector de Enseñanza de la Udelar, Fernando Peláez, coincidió con Petit en que se ha avanzado mucho, pero todavía queda muchísimo por hacer porque los resultados son aún insuficientes.

A su vez señaló que hay una tradición de trabajo importante vinculada a esta temática en la Udelar, en varias de sus Facultades, servicios y equipos de estudiantes. En el último año se dio un «salto cualitativo importante»»luego que la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) planteara al Consejo Directivo Central de la Udelar, la necesidad de un programa de articulación y coordinación del acceso a la educación para las personas privadas de libertad, expresó. Este equipo está liderado por Gabriela Pasturino, integrante del área de Derechos Humanos de la Comisión Sectorial de Extensión y Actividades en el Medio (CSEAM), quien expresó que el intercambio con las docentes de la Universidad de Cambridge en los últimos tres días fue muy emotivo y esclarecedor, y permitió «una simbiosis entre ellas y las personas privadas de libertad respecto a lo que querían hacer».

La coordinadora de la Unidad Académica de CSEAM, Mariana Mendy, explicó en su turno que la Udelar cuenta desde el año pasado con un área de Derechos Humanos y que allí se definió como uno de los temas centrales la problemática de las personas privadas de libertad, principalmente educación en ese contexto.

Aprendiendo Juntos

A través del programa «Learning Together» (Aprendiendo Juntos) de Armstrong y Ludlow, las personas privadas de libertad y estudiantes universitarios asisten a un curso dictado en una cárcel, cuyas reglas y contenido están determinados por el consenso entre ellos.

Ambas docentes señalaron que la experiencia en Uruguay fue muy energizante y se emocionaron al ver la «cultura de investigación» que tiene el país y cómo las autoridades de distintas instituciones están abiertas al intercambio, reseña la web de la Udelar.

Las visitantes recordaron que la educación y la seguridad están muy vinculadas: una persona con educación limitada tiene más probabilidades de cometer delitos.
A su vez señalaron que los aspectos de la educación que interactúan con la rehabilitación de las personas privadas de libertad son la edad, el poder de decisión sobre uno mismo y el desarrollo pleno de la identidad, los vínculos sociales, las situaciones y oportunidades que tenemos como integrantes de una sociedad. Mientras que destacaron que sus investigaciones parten del diálogo con los estudiantes e instituciones que integran el programa, sin remitirse meramente a preconceptos teóricos.

Según reporta el artículo de Udelar el objetivo principal de Armstrong y Ludlow no es conformarse con casos individuales, sino presentar a los gobernantes y a las instituciones de educación terciaria un desafío para generar un cambio importante en la sociedad a largo plazo. Actualmente trabajan con 25 universidades y 25 cárceles próximas geográficamente –para facilitar la movilidad de los estudiantes–, y están intentando que los cursos que aprueban las personas privadas de libertad sean acreditados para que puedan acceder a un título universitario.

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