Fiscal Stella Llorente presenta denuncia de oficio por eventual vinculación de bandas delictivas con tupamaros

Llorente presentará una denuncia de oficio para reabrir las investigaciones referidas a una eventual vinculación entre las bandas delictivas y el MPP.

Según trascendió, la denuncia tomará como base las declaraciones del ex director de Hurtos y Rapiñas, Eduardo Vica Font, quien en su momento desempeñó un importante papel en las actuaciones policiales que llevaron a la detención de varios integrantes de las bandas delictivas.

La eventual vinculación entre las “superbandas”, “polibandas” o “tupabandas” con el MPP tomaron estado público a partir del libro: “Eleuterio Fernández Huidobro, sin remordimientos”, escrito por la periodista María Urruzola.

En la publicación se asegura que dichas bandas entregaron unos 20 millones de dólares a la organización política a lo largo de nueve años de militancia.

A mediados de abril pasado, el fiscal general de la Nación, Jorge Díaz, remitió a la fiscal Llorente un ejemplar del libro para que “tome conocimiento” del mismo y “para los objetos que entienda pertinente”.

Sin embargo, Llorente aseguró  que a su entender no existían vínculos entre las personas procesadas en la década del 90 por asaltos a instituciones bancarias, con dirigentes del Movimiento de Participación Popular (MPP).

Entretanto, los sectores de la oposición plantearon crear una Comisión Investigadora parlamentaria  para indagar sobre una eventual vinculación de las “superbandas” o “tupabandas” con los tupamaros.

Pero el pasado 17 de junio el Frente Amplio consideró que “no es oportuno ni existen méritos” para crear tal Comisión.

Nuevos datos

A todo ello, se suman las recientes declaraciones a Vica Font a El País, quien aseguró que fue “el autor de la debacle de la tupabanda” y no lo citaron a declarar. Tras sus afirmaciones, la fiscal Llorente decidió realizar la denuncia.

De acuerdo a las declaraciones de Vica Font “eran cuatro las células de la banda integradas por tupamaros, algunos históricos y otros reclutados en democracia”.

“La primera, dirigida por Ricardo Perdomo, cayó en 1991 tras el asalto a una distribuidora de diarios. La segunda llamada “Banda de Oriol”, se abatió porque uno de sus integrantes la delató”, dijo.

Otra de las células fue dirigida por “Pájaro” Carbajal Monroy, la que protagonizó un sangriento y frustrado golpe a un local de cobranzas del BPS en Parque Posadas.

Mientras que “la cuarta célula, conformada por tupamaros jóvenes, cayó en la calle Niágara, tras un enfrentamiento con la policía”.

“Sin lugar a dudas, eran todos tupas”, aseguró Vica Font a El País.