Carta abierta a los lectores de LARED21

En el día de hoy fui contratado por el Ministerio de Educación y Cultura, para elaborar un plan estratégico de gestión que permita hacer viable a Cinemateca Uruguaya, Institución que cursa una muy difícil situación económica y financiera. En cinco meses debo ponerlo a su consideración. Cinemateca Uruguaya, se sabe, custodia el mayor acervo audiovisual existente en el país, considerado patrimonio nacional y que está en peligro de extinción.

Deseo agradecer al Sr. Presidente de la República, Dr. Tabaré Vázquez, a la ministra de Educación y Cultura, Dra. María Julia Muñoz, y al ministro de Economía, Ec. Danilo Astori, por autorizar mi contratación y haberme confiado tan noble y necesaria tarea que he aceptado.

A partir de este momento no estaré trabajando los próximos cinco meses en LaRed21, medio de comunicación que dirijo desde hace 21 años.

Conozco por dentro y por fuera la situación actual de Cinemateca Uruguaya, he venido colaborando “ad honorem” desde hace varios meses para mejorar su situación, y le debo en parte mi formación como cineasta, tras cursar dos años en la Université de Saint Denis en París, un año en el Centro de Estudios Cinematográficos de Cataluña en Barcelona y cinco años en la Universidad de Cine de Buenos Aires donde me recibí de Director de Cine.

Se trata ni más ni menos que de la preservación de más de 22 mil títulos, miles de ellos para ser restaurados y digitalizados en diversos formatos.

Se trata de exhibir y difundir al margen del circuito comercial, películas del cine independiente, llevar el cine a las escuelas, formar espectadores, mantener y alimentar una biblioteca especializada, llevar adelante una escuela para formar a nuestros futuros cineastas uruguayos en el contexto de un objetivo trascendente que es ayudar a fundar una industria de cine uruguaya.

Salvar, recuperar, restaurar, digitalizar y poner al servicio de la ciudadanía todo el material que se encuentra en este acervo patrimonial de incalculable valor, es volver a permitir que Cinemateca Uruguaya sea un punto de encuentro entre los uruguayos y un referente tanto nacional como internacional.

Se entenderá que es ésta una ímproba tarea que requerirá importantes cambios y que convoca a todas las personas que apuntan a colocar su granito de arena, especialmente a los cineastas de este pequeño gran país, a favor del patrimonio artístico nacional.

Daré lo mejor de mí para que ello sea posible.