LARED21 ENTREVISTA AL DIRECTOR DE AGESIC

José Clastornik destacó que Uruguay ocupa el lugar 14 en el mundo en cuanto a servicios en línea, según indicadores de Naciones Unidas

En diálogo con LARED21.TV, el director de AGESIC José Clastornik, se mostró satisfecho porque el país ocupa el lugar 14 de servicios en línea según el ranking de Naciones Unidas. Explicó que la apuesta a trámites 100% en línea tiene como primer objetivo la equidad.

¿Qué es la Agenda Digital uruguaya?

Es un concepto que surge en la Cumbre de la Sociedad de la Información, que es un proceso que se da desde el año 2001 al 2005 en Ginebra (Suiza) y Túnez. En esa discusión, donde se decía que se venía un mundo distinto, donde internet empezaba a permear en todos los estratos sociales.

Lo que se vio es que la cuestión no era solo conectividad, solo equidad de acceso a gobierno electrónico, sino que era también generar capacidades, era ciber-seguridad, era marco regulatorio, y era la gobernanza de todo el sistema.

La idea es que todas converjan en una sociedad que crece en el uso de las TICS (tecnologías de la información y comunicación).

Se adoptó un “modelo tipo”, este modelo lo tomaron los países europeos, y construyeron una Agenda Digital. Este “modelo tipo”, también fue tomado por los países de Latinoamérica.

En nuestro continente, este modelo se llamó ILAC – plan de acción de sociedades de la información para América Latina y el Caribe.

A la vez, las agendas regionales fueron un incentivo para que cada país tuviera su propia agenda. Es decir, es una “agenda de agendas”, para generar capacidades de apropiación en la gente de cómo usar internet y como dejar de ser un analfabeto digital.

Lo que es gobierno electrónico, marco normativo regulatorio, E-Salud, E–Educación, todo eso puesto en un contexto, es una agenda digital. Y la nuestra en particular es modelo en Latinoamérica, porque estamos en la tercera edición e iniciando la cuarta, tenemos una continuidad real y operativa sobre esa agenda.

¿Cuáles son las brechas digitales que existen en nuestro país?

Las personas mayores. Todas las encuestas realizadas nos dieron que el primer elemento no era discriminación por género, tampoco por quintil económico, sino que era por edad.

El Plan Ibirapitá va directo a atender esta brecha (Ibirapitá es el nombre del programa que prevé la entrega gratuita de tablets a jubilados).

¿Disminuir la brecha entre las personas de la tercera edad?

La idea fue darle tablets a los jubilados, y que las mismas cuenten con aplicaciones en gobierno electrónico, en salud, y asociadas a la seguridad social.

Dentro de AGESIC ¿lo más significativo es el gobierno electrónico?

Jorge Clastornik: “El Plan Ibirapitá se creó para resolver nuestra mayor brecha digital que son los adultos mayores”.
José Clastornik: “El Plan Ibirapitá se creó para resolver nuestra mayor brecha digital que son los adultos mayores”

 

Sí lo es. Hay tres compromisos que asumió el Presidente Tabaré Vázquez el pasado 1º de marzo, la disponibilidad de las tablets para las personas de la tercera edad, la historia clínica electrónica nacional, y la disponibilidad de trámites para la administración central.

Los dos pasos son los siguientes: facilitar la primera etapa para que se puedan empezar todos los trámites en línea, y para el 2020 que todo el trámite sea digital.

Hay metas trazadas muy claras que están en nuestra órbita, como son la historia clínica electrónica nacional y un programa muy grande de digitalización de trámites.

¿AGESIC discute con las distintas dependencias estatales por aquellos trámites que son innecesarios y que aún son requeridos?

Hace dos años sacamos un decreto de simplificación de trámites.

La idea fue documentar todos los trámites y empezar una estrategia de simplificación. Esta estrategia incluye la anulación, parte de estas anulaciones se pueden dar por ejemplo por interoperabilidad dentro del Estado.

Qué es la interoperabilidad? Antes tenías un trámite por el cual solicitabas a DGI un certificado de estar al día, es decir, tenías un trámite que está encadenado con otros trámites. En la medida que la información fluye entre dependencias públicas, no se le pide al ciudadano que actúe como “mensajero”. El segundo trámite de pedir el certificado a la DGI desaparece y se hace de forma interna.

Para ello hicimos una plataforma de gobierno electrónico que tiene decenas de miles de consultas, y de transacciones por día. Esas consultas y transacciones evitan que el ciudadano vaya a un lugar pida un certificado y vuelva.

Lo importante es que los certificados se usen efectivamente para lo que se necesitan y que cuando haya capacidad para automatizar las consultas, los certificados no se pidan más.

¿Hay resistencias a eliminar trámites?

La respuesta es sí.

Con la colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) inauguramos un “laboratorio de innovación social”. Este laboratorio el BID lo tiene como modelo para la región, hay varios proyectos que estamos haciendo en Uruguay con la idea de probar y luego llevarlo a otros países.

El laboratorio que hicimos junto a una institución dinamarquesa (Mind Lab agencia interministerial del gobierno de Dinamarca) visualiza el trámite, no desde lo informático sino desde lo social  e incluye al ciudadano dentro de la discusión y diseño del mismo.

Estamos trabajando con ese esquema para que los usuarios y los funcionarios estatales sean parte integral del diseño.

¿Qué evaluación hacen de la herramienta www.trámites.gub.uy?

Naciones Unidas tiene un modelo de gobierno electrónico,  y en ese modelo hablan de 4 fases. Hay una primera fase: informativa: no hay porque desplazarte para saber lo que hay que hacer con ese servicio. Esta herramienta es eso como concepto, tener una ventanilla única donde puedas encontrar toda la información de los trámites. Sea que esos trámites se realicen en forma presencial o en línea.

La segunda fase: es que los trámites comiencen en línea y la tercera fase: es la completitud del trámite en línea dentro de la institución.

Antes, cuando hacías un trámite en línea, en determinado momento tenías que hacer una comunicación y requerías enviar un fax o que la persona viniese hasta la oficina. Ahora hay un marco legal y tecnológico por el cual podemos comunicarnos y hacer notificaciones tecnológicas a determinada casilla de correo específica o timbres electrónicos o formularios electrónicos o la firma electrónica la misma que tenemos en la cédula de identidad.

Son instrumentos que antes obligaban a pagar el trámite y la persona tenía que presentarse y firmar o darse por notificado.

Toda la infraestructura la hicimos  desde lo legal y tecnológico y ahora hay que aplicarla a los trámites para que sean 100% digital.

La cuarta fase: es la interoperabilidad, visualizar al Estado como uno solo y ahí está lo que hablamos de eliminar trámites y eliminar que una persona ajena al Estado este llevando información de un lado a otro.

El país está muy avanzado en cualquiera de estas fases.

En indicadores de Naciones Unidas, estamos en el lugar 14 en el mundo en servicios en línea.

La apuesta a trámites 100% en línea, es una apuesta a aprovechar todo lo que ya se generó.

Hay que cerrar el círculo y todo lo que pueda ser digital que lo sea y que la gente no tenga que perder tiempo y a la vez permita bajar los costos del Estado.

El primer valor de que todo sea digital es la equidad.

Los que vivimos en Montevideo, quizás no sentimos el valor que si siente el que vive a 500 kilómetros de la capital y está obligado a desplazarse para una de esas notificaciones.

Lo de trámites en línea es uno de los pilares en los que estamos trabajando.

¿Hay un estimativo de cuanto ahorro puede representar?

Acabamos de cerrar un acuerdo con el BID para este proyecto, saber medir cuanto nos estamos ahorrando no solo en tiempo sino también en funcionarios que pueden usarse para otras tareas y principalmente lo que representa para el usuario que no se tiene que desplazar y que tiene más tiempo para otras actividades.

Facilitar estos servicios mejora la calidad de vida.

¿Cómo es el proyecto de la historia clínica electrónica nacional?

Es un proyecto muy desafiante.

Básicamente lo que estamos tratando, es que se pueda tener desde un mismo lugar, la suma de la información que hay en distintos lugares donde uno está siendo atendido.

A veces es una mutualista, en otra en un hospital, a veces en un laboratorio.

Con distintas finalidades, hay una meta que es de equidad.

Si visualizamos los especialistas que tenemos en muchísimas disciplinas, están todos a “cinco cuadras del Obelisco” y el 85% de las placas que se hacen en Uruguay no se informan en el interior.

Entonces, que pasa sí tenemos la capacidad de que todos esos exámenes sean referidos a los especialistas que están en determinado lugar y se tenga una respuesta rápida. Esto va a permitir cambiar la percepción que hay de falta de equidad en la atención, en función del lugar donde uno esté viviendo.

Además se empieza a hablar de distintas cosas. Mejoro la calidad de la atención en la medida que tengo toda la información en forma adecuada, disminuyo los costos del sistema en la medida que optimizo los servicios del sistema.

El Sistema Integrado de Salud debe funcionar “arriba” de un sistema de información que permita integrar.

Hay distintas etapas de maduración. Una cosa es cuando juntamos la información como hojas y otra como datos.

Tener información demográfica y estadística clínica, permite automatizar otros procesos, que el Ministerio de Salud Pública, como órgano rector, le cuesta mucho conseguir, y al informatizarse se facilita.

¿Para el sector salud y la protección de los datos pueden existir “peligros”?

Fueron los primeros temas que trabajamos.

Cuando en 2007, empezamos a pensar en no pedirle información al ciudadano sabíamos que estaba el riesgo de “gran hermano”.

Juntar la información en un solo lugar, genera como problema, lo que se puede hacer con esa información. Entonces, promovimos un nuevo marco legal sobre privacidad y protección de datos, y creamos una unidad reguladora para privacidad y protección de datos personales. Hace tres años somos reconocidos como Europa, en la práctica de privacidad y protección de datos.

Estamos reconocidos por el Parlamento europeo y nuestra normativa tiene su mismo estatus. Europa tiene una de las legislaciones más duras en el cuidado de los datos personales. Nosotros en el sector salud, hicimos un grupo específico de cómo manejar los datos, incluso se trajo especialistas europeos y se conformó una línea de acción que está validada, tanto por la Unidad reguladora, como por las mejores prácticas de la industria a nivel internacional

¿AGESIC está colaborando en la construcción de una base de datos del Ministerio de Salud Pública

Sí, hay un programa de la “Historia Clínica Nacional” financiado por el BID, donde el directorio lo integra el Ministerio de Salud Pública (MSP), la Junta Nacional de Salud (JUNASA) el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), AGESIC, Presidencia de la República, y por otro lado, hay un programa específico de fortalecimiento del MSP, que cuenta con el apoyo de AGESIC.

Nosotros hemos arrancado tarde en la informatización de lo que son los distintos prestadores de salud, sin embargo esto tiene una ventaja, que es la compatibilización de los desarrollos que tiene cada uno,  para que lo que hagan sea compatible con lo que definimos en conjunto, por ejemplo los estándares de nomenclatura clínica.

Nosotros lideramos en la región para tener estándares comunes a la nomenclatura clínica, y para que las historias clínicas puedan ser “interoperables”. De alguna forma, todos están empezando a informatizar y ven como una ventaja comparativa que todos cumplan con los estándares y que se pueda transferir información, que les permita dar una mejor atención a sus pacientes.

 

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