FALLO

Suprema Corte de Justicia falla a favor del Estado en juicio millonario que entabló Glemby por estación de AFE

La Suprema Corte de Justicia falló a favor del Estado en el juicio por más de 1.000 millones de dólares que demandó el empresario Fernando Barboni, propietario de la empresa Glemby S.A, quien en su momento obtuvo la concesión de la estación central General Artigas de AFE.

 

CSJ-uruguayA fines de agosto de 2014 la jueza civil, Gloria Seguessa, rechazó la demanda contra el Estado que en su momento realizó Barnoni, propietario de Glemby S.A, adjudicataria de la ex estación de AFE, por no recibir “en tiempo y forma” el edificio y la playa de maniobras de la terminal de trenes.

Finalmente en las últimas horas fue la Suprema Corte de Justicia la que falló a favor del Estado en el juicio por más de 1.000 millones de dólares.

El Estado no deberá pagar

El especialista en Derecho Civil y representante del Estado en el caso, Juan Andrés Ramírez, explicó que luego del fallo de la Suprema Corte de Justicia “el Estado no deberá pagar los 1.000 millones de dólares que le reclamaban y la empresa está obligada a cumplir el proyecto de inversión”.

Recordó -en declaraciones a De Ocho a Diez de radio Uruguay- que en 1997 a través de Saduf S.A, propiedad del Banco Hipotecario del Uruguay, se llamó a interesados para darle destino a la Estación de AFE y las playas de maniobra de los trenes.

En 1999 Glenby S.A. obtuvo la concesión por 50 años para desarrollar un proyecto inmobiliario que incluiría torres de apartamentos y oficinas, playa de estacionamiento, un espacio multimodal y un hotel cinco estrellas.

A partir del incumplimiento del pago de Glenby S.A, debido a que el BHU no le entregó el predio porque se lo había dado en comodato a AFE de manera provisoria hasta que esta construyera una nueva terminal de AFE, comenzó el litigio.

En 2011, cuando el Estado contestó la demanda, le ofreció a Glenby la entrega de los bienes y la empresa nunca los recibió.

Glenby dijo que no era lo que correspondía, sino que debían pagarle por daño emergente y lucro cesante y reclamó 1.040 millones de dólares.

“El litigio terminó, ahora nos retrotraemos a 2003 cuando Glenby S.A iba a empezar a hacer la obra y no la hizo”, expresó Ramírez.

Glenby tiene que recibir los bienes y cumplir el contrato y, si no lo hace, se va a considerar un “incumplimiento” y tendrán que recurrir a términos del contrato.

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