Alan Turing: La inteligencia numérica puede servir para ganar guerras

Una de las personas decisivas para la victoria en la Segunda Guerra Mundial y, además, desarrolló la tecnología de los ordenadores, que pasó durante décadas en el absoluto anonimato e incluso tras su muerte, fue Alan Turing.

alan-turingTodo empezó en septiembre de 1939, un día después de la declaración de guerra a Gran Bretaña por parte de Alemania, Turing fue reclamado a las instalaciones militares de Bletchley Park, donde se encontraba en aquella época el “Servicio Británico de Descifrado”. En el complejo había un equipo de unas 9.000 personas que llegaron a ser empleadas para descifrar los mensajes de las comunicaciones alemanas que se enviaban por radio, en código Morse.

Para realizar el cifrado de las comunicaciones, los alemanes utilizaban una máquina denominada “Enigma”, de cifrado rotatorio (cada vez que se pulsa una letra en el teclado esta es sustituida por otra con tres rotores internos y que da más de 10.000 billones de configuraciones distintas).

Turing se planteó crear una máquina para luchar con otra máquina, a la que llamó “Bombe”. Bombe servía para descifrar los mensajes enemigos, que se apilaban por cientos cada día en las mesas de Bletchley Park. Bombe se considera la base de la informática actual.

A partir de 1940, el “Servicio Británico de Descifrado” la produjo en serie para explorar las posibilidades que ofrecía para descifrar, con un secretismo absoluto. El problema que existía era que no había una versión única de la máquina Enigma. Los alemanes utilizaban distintas máquinas para comunicarse por radio, a través de diferentes protocolos, claves y variantes de dicha máquina (una para la aviación del frente occidental, otra para la infantería del frente ruso y otra para los submarinos del Atlántico). Por tanto, los mensajes de la máquina de los submarinos del Atlántico, bautizada como “Delfín” por el equipo de Betchley Park, eran los más difíciles de descifrar.

Pero después de un tiempo, Turing ideó el “método Bamburismo” para descifrar los mensaje codificados de la Enigma naval (se basaba en las coincidencias de letras con superposición de dos secuencias de caracteres de Enigma, con la probabilidad de una ocasión entre diecisiete, y permitía sincronizar dos textos cifrados para multiplicar las posibilidades). En 1941, un submarino alemán proporcionó a los “aliados” una máquina Enigma y códigos para tres meses, que se pasaron por la máquina Bombe.

Sin embargo, el ingeniero que ayudó a Turing a construir “Bombe” no sólo estaba en su bando, y los alemanes idearon una máquina de cifrado conjunto que los británicos denominaron “Tunny” (cuyo cifrado no usaba el Morse sino la funcionalidad numérica de los teletipos y que se utilizaba para las comunicaciones de los altos mandos alemanes). Con la máquina copiada, Turing consiguió en apenas unas semanas la forma de descodificar los mensajes, lo que fue bastante importante para la victoria en el frente ruso.

Hitler y sus generales se comunicaban con esta máquina y Tommy Flowers construyó la máquina “Colossus” basada en la “Bombe” de Turing, para descifrar así los mensajes del frente alemán de la máquina “Tunny”. Por tanto, los aliados pudieron saber los planes alemanes y el Ejército Rojo gano la batalla de Kursk, una de las más grandes de la historia de la Segunda Guerra Mundial.

Uno de los inconvenientes que tenían en el cifrado fue que lo realizaban criptógrafos de manera manual según las indicaciones de Turing y, por tanto, se analizaban con lentitud. Todo esto llevó a la necesidad de una nueva máquina ante la gran cantidad de códigos de la máquina “Tunny”. Entonces Tommy Flowers, ingeniero eléctrico, construyó otra máquina, basada en la “Bombe” de Turing, con 2.000 válvulas de vacío o termoiónicas y la denominaron “Colossus” y acabó de descifrar los códigos de “Tunny” a principios de 1944.  Esto sirvió para comprobar que se estaba ganando la guerra de la desinformación para el desembarco de Normandía (el éxito de la conocida “Operación Fortaleza”, buscaba el engaño para los alemanes).

Tras la derrota de los alemanes, las “Tunny” fueron recogidas por los rusos, reprogramadas y utilizadas durante la “Guerra Fría”.

Alan Turing se había especializado en lógica matemática, era criptólogo y, fue pionero de la informática y en campos como la inteligencia artificial, y fue también biólogo matemático. Una de sus grandes preocupaciones era conseguir un sistema de fundamentación matemática al margen de las debilidades de la mente humana, es decir, el fundamento de la lógica mecánica.

Turing pensaba que si admitimos que los cerebros reales, los que se encuentran en los animales y en el ser humano, no son sino una especie de máquina, tenemos que concluir que un ordenador digital, debidamente programado, terminará comportándose como un cerebro.

No sólo se ganan guerras con ejércitos y bombas, sino también con el esfuerzo y la inteligencia de las personas.

Turing diseñó, lo que se podía denominar el primer ordenador moderno en 1945, pero el “Laboratorio Nacional de Física” no le quiso proporcionar los medios para construirlo. En 1948, se anticipó en décadas en el desarrollo de la inteligencia artificial en un artículo que no quisieron publicar. En 1950 diseñó varios programas de ordenador, como el primer juego dedicado al ajedrez.

Turing fue condenado en 1952 por conductas obscenas a causa de una aventura con otro hombre en Manchester, y se vio obligado a aceptar la castración química (tratamiento con hormonas femeninas) para no ir a la cárcel, y tal vez por este motivo fue encontrado muerto a mediados del año 1954 en su casa.

Porque no sólo con ejércitos, tanques y bombas se ganan las guerras, sino también gracias al esfuerzo de la inteligencia artificial como demostró Turing se pueden evitar muertes innecesarias de civiles.

 

Raúl Jaime Maestre
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