La presidenta del Frente Amplio Mónica Xavier afirmó que triunfos del FA impone renovar desafíos

Xavier admitió que el FA tiene «menos margen de error» debido a los «seis triunfos consecutivos en Montevideo, tres a nivel nacional y período a período logramos la confianza en nuevos departamentos».

En su columna semanal, a la que refiere el diario El País, Xavier afirmó que esos triunfos les «impone renovar desafíos y nos da menor margen de error para enfrentar situaciones complejas”.

Algunas de ellas que trascienden por mucho la voluntad de una nación de nuestras dimensiones. Gobernar es un asunto que no da tregua y se equivoca el que piensa que con lo logrado alcanza».

La presidenta del FA hizo referencia, en forma indirecta, a la situación que vive hoy el Partido Colorado en el país. «Hay una sociedad cada vez más consciente de sus derechos, cada vez con más anhelo de acceso a una mejor vida, cada vez más dispuesta a incidir. Esto genera tensiones que son inherentes al desarrollo. Las fuerzas políticas que no entienden esto están al borde de la extinción o se debaten en ese proceso. Sucede en nuestro país con el partido que gobernó por más de 100 años e impulsó reformas vanguardistas a principios del siglo XX y sucede con partidos tradicionales de la propia Europa. Claro ejemplo de ello: las recientes elecciones en España».

 

“Debemos seguís luchando por nuestra esencia”

La presidenta del FA aseguró que «el gobierno no es la finalidad de nuestra fuerza política ni debe adormecerla. Debemos seguir luchando por nuestra esencia: unidad, libertad, tolerancia, participación, igualdad, escucha. Siempre hay que tener presente esto y erradicar cualquier tentación de pasaje de facturas a través de los medios. Eso divide y quita energía de donde verdaderamente debe estar enfocada.

No podemos caer en esa trampa. Es parte del aprendizaje que ya debemos haber cosechado».

Desde comienzo del actual gobierno, la política exterior, el futuro del Fondes y la situación económica que el anterior gobierno dejó al actual han generado enfrentamientos nada disimulados entre el presidente Vázquez y su antecesor José Mujica.