El trabajo de manicura puede generar riesgos importantes para la salud

 

El artículo presenta la investigación de la periodista Sarah Maslin Nir, quien entrevistó a 125 trabajadores y propietarios de salones dedicados a la manicura recogiendo testimonios acerca de tos incesante, lesiones en la piel y otros problemas de salud como abortos espontáneos, hijos con dificultades de desarrollo y hasta cánceres.

La publicación señala que estos casos se han vuelto tan comunes en Estados Unidos que «las veteranas advierten a las jóvenes que están en edad de tener hijos que se mantengan lejos del negocio, por la fuerte dosis de esmaltes, disolventes, endurecedores y pegamentos que las trabajadores de las uñas manejan a diario». Y recalca que el riesgo para las clientas no es el mismo que el de las trabajadoras, ya que éstas están expuestas a los químicos durante horas todos los días.

La investigación revela que en EE.UU. no existe limitación para el uso de ftalto de dibutilo, un compuesto químico utilizado para que el esmalte de uña y otros productos sean maleables, que es uno de los 1300 que están prohibidos para el uso de cosméticos de la Unión Europea. Y señala que de acuerdo a la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. el tolueno, un tipo de disolvente que ayuda a que le esmalte se aplique de forma uniforme está relacionado con el daño de las funciones cognitivas y del riñón, y que la exposición constante a esa sustancia durante el embarazo puede «tener efectos adversos en el feto en desarrollo». Mientras que el formaldehído, utilizado como endurecedor en los productos de manicura, está catalogado como cancerígeno en los humanos por el Departamento de Salud de EE.UU, y la Unión Europea prohibirá su uso en 2016.

Y expresa que 17 de los 20 químicos comunes para uñas que ocasionan problemas de la salud y están enumerados en un folleto publicado por la Agencia de Protección Ambiental, son dañinos para el tracto respiratorio. Y la sobre exposición a estos puede provocar quemaduras en la garganta y pulmones de las trabajadoras así como problemas para respirar o falta de aliento.

La investigación de la periodista también denuncia casos de discriminación racial, malos tratos y pagos injustos en el mundo de los salones de belleza. Revela que muchas de las manicuristas son asiáticas o latinas y no hablan inglés, trabajan entre 10 y 12 horas diarias y ganan menos del salario mínimo.