DESAPARECIDOS

Familiares de Julio Castro cuestionan creación de la Comisión por la Verdad y la Justicia

Familiares del maestro Julio Castro, cuyos restos fueron hallados en el Batallón N° 14 en octubre 2011, cuestionan la propuesta del futuro presidente, Tabaré Vázquez, de crear la Comisión por la Verdad y la Justicia, por considerarla un mecanismo para “prolongar” los tiempos y permitir que “desaparezcan” quienes continúan en la búsqueda de la verdad sobre los hechos ocurridos en dictadura (1973-1985).

“Con Fernández Huidobro al frente del Ministerio de Defensa, no habrá verdad y por lo tanto justicia”, sentencia la hija de Julio Castro.

El presidente electo, Tabaré Vázquez, presentó a mediados de febrero de 2015 a la futura Comisión de Verdad y Justicia la cual tendrá como cometido avanzar en la búsqueda de detenidos-desaparecidos durante la pasada dictadura cívico-militar (1973-1985).

Estará integrada por personalidades vinculadas con la lucha por los derechos humanos, entre ellos la diputada electa Macarena Gelman (nieta del poeta Juan Gelman) y el diputado Felipe Michelini.

También lo compondrán organizaciones de la sociedad civil, entre ellas, Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, Mundo Afro, el Comité Central Israelita del Uruguay, así como por representantes de la Iglesia Católica, la Evangelista y la Protestante.

Cuestionamientos

Sin embargo, la propuesta de Vázquez generó el rechazo de los familiares del maestro y periodista Julio Castro, secuestrado por la dictadura cívico-militar el 1º de agosto de 1977, y cuyos restos fueron encontrados el 21 de octubre de 2011 en el Batallón de Paracaidistas Nº 14.

En tal sentido, Hebe Castro, hija de Julio Castro escribió una carta pública en la cual manifiesta la posición de la familia sobre la propuesta del futuro gobierno y cuestiona la permanencia del ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, en su cargo.

“Hace casi cuarenta años mi padre, Julio Castro, fue torturado y ejecutado por las fuerzas de la dictadura que gobernó nuestro país. Desde agosto de 1977, su viuda ya fallecida, al igual que mi hermano Julio, también fallecido, sus nietos, amigos de dentro y fuera del país, y quien suscribe, hemos realizado todos los esfuerzos para alcanzar la verdad de los hechos que llevaron a su muerte, así como a encontrar quienes dieron la orden de su ejecución”, indica Hebe Castro.

Asegura que confiaron en la Comisión Para la Paz, creada por Jorge Batlle, pero a la vez indican que el fallecimiento del sacerdote Jesús Pérez Aguirre y del histórico dirigente sindical José D’Elía, así como la enfermedad de José Claudio Williman, “enlentecieron, y tal vez malograron sus resultados”.

“En definitiva, nos mintieron, cuando, oficialmente afirmaron sus integrantes, que el cuerpo de mi padre había sido exhumado e incinerado en un horno en las cercanías de la bahía de Montevideo. Meses antes nos habían confirmado que de sus restos no se sabía nada”, recuerda la hija de Julio Castro.

Expresa que desde entonces comenzó, para la familia, “un largo periplo de acción civil que se inició en las postrimerías del gobierno de Jorge Battlle, en el entendido de que algo debía quedar escrito y guardado para la posteridad”.

“Ya en el primer gobierno de Tabaré Vázquez, y en juicio civil, debimos escuchar a los letrados representantes del Ministerio de Defensa Nacional sostener que nuestro derecho a reclamar había caducado y que por tanto no existía responsabilidad del Estado por la desaparición de nuestro padre”, dice Hebe Castro en su carta.

Asegura que ello fue un “largo y penoso accionar” que culminó con el reconocimiento del derecho de la familia Castro a “una reparación económica, con la salvedad de que la Justicia en primera instancia admitió la responsabilidad de la Comisión para la Paz ya que el Ministerio de Defensa Nacional había apelado la sentencia ratificando su posición de considerar caduca la pretensión de la familia”.

“Al admitir el nuevo presidente José Mujica la posibilidad de iniciar acción penal, se extrajo del archivo judicial la denuncia que por desaparición de Julio Castro había presentado mi hermano Julio Castro, en el año 1985, al recuperarse la democracia”, detalla.

De todos modos el expediente penal recayó en el Juzgado Penal de Turno, donde se iniciaron actuaciones impulsadas por la Fiscalía de Turno.

En octubre de 2011 Hebe Castro recibió la visita de funcionarios de Presidencia, y dos médicas quienes, “sin mayores explicaciones” le extrajeron sangre para una muestra de ADN.

“Mi hermano Julio, antes de fallecer, había dejado en el Banco de Sangre su muestra. El 1º de diciembre se nos informó, vía telefónica que los restos hallados en predio del Batallón N°14 eran de mi padre. Fuimos a Montevideo, mis hijas, mis sobrinos y la firmante y luego de asistir a la información judicial del hallazgo y confirmación de la identidad de los restos, así como de la crueldad de la ejecución, fuimos al Batallón 14, y al edificio presidencial donde tuvimos un intercambio importante de opiniones con los jerarcas gubernamentales”, recuerda.

Agrega que al día siguiente “doce generales, encabezados por el hoy retirado general Pedro Aguerre habían afirmado públicamente que el ejército de Artigas no era un malón y que los que debían ser castigados lo serían”.

Asimismo, Hebe Castro recuerda que el 2 de junio de 2012, luego de los funerales de los restos de Julio Castro, fue al Registro Civil a retirar la partida de defunción en la cual no aparecían las causas de su muerte.

“Debí recurrir administrativamente. Intervino la Fiscalía de lo Civil, y por fin, logré que se me expidiera la partida donde consta, firmado por tres médicos forenses: ‘No puede establecerse fecha de defunción. Causa probable injuria cráneo-encefálica debido a disparo de arma de fuego en contexto de tortura y malos tratos (…)”.

En marzo de 2012, el Juez de la causa había procesado a Juan Ricardo Zabala por “complicidad en el homicidio muy especialmente agravado de Castro”.

“Hoy Zabala goza de libertad, nosotros seguimos adelante con la causa, la sede judicial, así como la fiscalía no logran obtener información del Ministerio de Defensa Nacional. Algo hemos conseguido por aplicación de la Ley de Información Pública, algunos ‘viejitos’ siguen presos, otros viejos (menores que yo, que tengo 80) amenazan a fiscales con venganzas, mientras el Ministro Fernández Huidobro miente y se ríe de todos nosotros”, cuestiona Hebe Castro.

Agrega que el electo Presidente Vázquez “inventa otra” solución. Crear una comisión por Verdad y Justicia.

“Por más bien intencionado que esté el doctor Vázquez, para los que hemos vivido durante 40 años una historia que probablemente quede sin solución, esta propuesta es una ‘alongadera’ que permitirá que desaparezcamos quienes seguimos en la búsqueda de la verdad, ya que encontrada ésta, la Justicia vendrá sola”, lamenta.

Por otra parte afirma que no se necesitan escuelas de formación de jueces y fiscales especializados, que en Uruguay los hay. “Si así lo desea, el presidente electo Vázquez solicite a sus secretarios letrados lean las sentencias del doctor Juan Carlos Fernández Lechini”.

“Con Fernández Huidobro al frente del Ministerio de Defensa, no habrá verdad y por lo tanto justicia”, sentencia la hija de Julio Castro.

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