MÚSICA

Beethoven creó sus obras basándose en el ritmo de los latidos de su propio corazón

Si bien las hipótesis a que atribuir la genialidad de la música de Beethoven son múltiples, la última de ellas llama la atención particularmente: Ludwig, creaba sus obras partiendo de los latidos de su propio corazón.

Los marcados ritmos y sus irregularidades, en las obras magnas de Beethoven, aparecen así como producto más allá de las emociones sentidas por el genio. / Foto: Wikimedia Commons
Los marcados ritmos y sus irregularidades, en las obras magnas de Beethoven, aparecen así como producto más allá de las emociones sentidas por el genio. / Foto: Wikimedia Commons

Investigadores de las universidades de Michigan y Washington, han elaborado una nueva teoría sobre las causas de la genialidad de la música del “sordo inmortal”, que no necesitaba escuchar las notas para crear algunas de las obras de máxima sensibilidad reconocidas por la musicología universal.

Para los estudiosos de la obra beethoveniana, las composiciones maestras fueron diseñadas a partir de los latidos del corazón de Beethoven que además y por si fuera poco, sufría de arritmia.

“La música de Beethoven puede haber sido sentida desde su corazón tanto en sentido figurado como en el  físico. Cuando el corazón late irregularmente debido a una enfermedad lo hace de una manera predecible. Creemos que algunas de esas pautas se pueden escuchar en su música», explicó Joel Howell, uno de los investigadores en declaraciones que publica The Daily Mail.

Cuando la música del corazón, no es una simple metáfora

Los marcados ritmos y sus irregularidades, en las obras magnas de Beethoven, aparecen así como producto más allá de las emociones sentidas por el genio, también por una afección cardíaca que se particulariza en las sensaciones discontinuadas que muestran algunos pasajes.

El más representativo según los investigadores es el caso del final de Cavatina (del cuarteto de cuerda en si bemol mayor Opus 130) en cuya parte media, la pauta cambia inesperadamente a do bemol mayor, lo que implica un ritmo desequilibrado comparable con la arritmia cardíaca “de forma incuestionable”, según la investigación. Incluso Beethoven dejó en sus instrucciones para interpretación que esa sección es “beklemmt”, “pesada de corazón” acorde a la traducción más factible.

El trabajo que se publica en “Perspectives in Biology and Medicine”, analiza además en el mismo sentido una docena de obras del compositor.

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