Autoridades de gobierno analizan incluir políticas transexuales en el sistema de educación

El Ministerio de Desarrollo Social y autoridades de la Educación analizan un documento, a través del cual buscan aplicar medidas para disminuir las brechas en el acceso y permanencia de personas transexuales en el sistema de enseñanza formal.

En el documento se indica que “la identidad de género como la orientación sexual que no se corresponden con la heteronorma, son elementos identitarios condenados y reprimidos por el sistema, no permitiendo un tránsito exitoso a aquellas personas que no cumplen con la norma heterosexista”.

Violencia institucional

Según se indica en el documento, del cual dio cuenta El País, “las instituciones educativas están “profundamente reguladas por la heteronormatividad que busca reforzar y legitimar la heterosexualidad y la relación entre sexo e identidad de género”.

En ese marco, las autoridades expresan que los centros educativos no solo reflejan los valores y las actitudes de la sociedad de la que forman parte, sino que también son agentes activos en reproducirlos.

“Como tales están plagados de normas y disposiciones, formales e informales, que reflejan y promueven un mundo genéricamente binario, conformado exclusivamente por hombres y mujeres. Este presupuesto habilita la adopción de formas de violencia institucional dirigida a todos aquellos sujetos que no se ajustan a las normas hegemónicas”, se manifiesta en el trabajo.

Entre los casos de violencia institucional hacia los estudiantes, incluyen: El uso del nombre de los estudiantes tal como figura en la cédula de identidad, la existencia de baños generizados hombre/mujer lo que genera “incomodidades” tanto para heterosexuales personas cisgénero y transgéneros.

Asimismo, en el documento se cuestiona la división por género para las clases de educación física, fiestas, actos u obras teatrales.

Recomendaciones

Por otro lado, en el documento se incluyen algunas recomendaciones. “Prestar especial atención a las instituciones de educación privada y asegurarse de que den cumplimiento a las disposiciones que rijan para todo el sistema educativo, y promover, si es necesario, medidas específicas orientadas hacia estas instituciones”.

Se recomienda reformar la “reglamentación general” de los centros educativos para incorporar elementos que aseguren la inclusión de la población transexuales.

Plantea la necesidad de “buscar alternativas” a las instalaciones diferenciadas para hombres y mujeres, en especial los servicios higiénicos.

Proponen que se reconozca el nombre “social” de las personas, y se capacite a docentes que “inhiban que el adultocentrismo interfiera en el derecho de niños, niñas, adolescentes y jóvenes de ser reconocidos como quieren serlo”.

También se hace referencia a las prácticas de educación física en cuanto  las actividades para chicos y chicas, promover una reflexión crítica sobre las disposiciones de los centros de enseñanza media respecto de los uniformes apropiados.

Otra de las propuestas es incluir contenidos de “sexualidad, derechos, género y diversidad sexual obligatorios para la formación docente”.