Uruguayos que visitaron Congo en plan para escolarizar a niños huérfanos

 

El grupo en formación “Uruguay Solidaridad al Mundo” tiene como característica común a todos sus integrantes el estar o haber estado vinculados en lo personal a las diferentes Misiones Operativas de Paz de las Naciones Unidas.

Al haber convivido muchos de ellos, han percibido la necesidad de enfrentar a través de la solidaridad las flagrantes deficiencias del sistema sobre la efectividad e impacto sobre los niños, adolescentes y mujeres víctimas de violencia en los sectores de la educación y protección social que deberían atender la exclusión social de estos grupos, a nivel nacional e internacional.

“Somos personas de diferentes edades y profesiones. Con inquietudes que van más allá de la aceptación de la mera realidad, siendo una de sus metas el desafío de hacer posible lo imposible: que en regiones del mundo en las que el analfabetismo, la violencia sexual, las capacidades diferentes, entre otras, deje de ser una carga para aquellos que no tienen los medios para superarlas”, indica el grupo en formación

Aseguran que pretenden el “bienestar y goce” de los derechos universalmente reconocidos de los niños y niñas del mundo será nuestra razón de ser.

Ante la imposibilidad de abarcar la enormidad de factores de riesgo (salud, alimentación, trabajo infantil) que se potencian en las áreas geográficas de conflicto con la exclusión social y el desamparo de la infancia, pretenden como estrategia a corto, mediano y largo plazo “llevar la educación” y el “derecho a jugar” a aquellos grupos sociales mayormente vulnerados, en regiones del mundo cuyo riesgo político y social exceda del tolerable.

La educación como una estrategia

Más que un derecho, la educación se convertirá en uno de los temas centrales de los foros de debates de las cumbres mundiales sobre derechos humanos del siglo XXI.

El individuo cuando nace no posee conductas aptas para su desenvolvimiento social, no es miembro de una sociedad, “la educación será el medio fundamental de socialización y es a través de ella que los niños y niñas van adquirir determinados modos de comportamientos que son comunes a un grupo social en el que están insertos”.

“Con educación se van a sentir ciudadanos en forma activa y van a participar plenamente en la sociedad, porque encontrarán un lugar donde serán aceptados, e incluidos”, asegura el grupo.

Aseguran que con educación “promoverán la democracia, la justicia e igualdad entre hombre y mujeres, fomentarán e impulsarán el desarrollo científico, económico y social que les permitirá construir un mundo de paz donde los conflictos violentos sean sustituidos por el diálogo”.

“Entendemos que solamente con la educación estos niños encontraran su dignidad, identidad y por ende un sentido a la vida”.

Por otro lado, Uruguay Solidaridad al Mundo priorizará la solidaridad “mano a mano” entre personas de diferentes nacionalidades y regiones del mundo que estén en condiciones de ayudar y ser ayudados.

Padrinos y ahijados

“Todo aquél que pretenda extender ‘su mano’ en pos de la educación y formación de un niño o niña en una de las regiones de conflicto que se intenta ayudar, contará con el apoyo y el asesoramiento necesario de una organización que acercará a  “padrinos y ahijados”; pondrá a disposición de los mismos los medios necesarios para hacer que ambas prestaciones lleguen a su debido fin; y servirá como contralor de que el círculo de ayuda humanitaria cierre en forma satisfactoria”.

El proyecto pretende obtener los medios suficientes como para lograr un capital que respalde: la eventual posibilidad de “fallecimiento, deserción o avatares económicos” de los padrinos que asumen el compromiso, de manera que el beneficiado no deba abandonar el sistema escolar ante contingencias de la vida.

El proyecto contará con un lugar físico de referencia, en los lugares en donde se pretenda prestar ayuda, y una Sede Central en Uruguay, que será el domicilio legal al que acudirán los padrinos que pretendan hacer sus donaciones y recibir las cuentas correspondientes de sus aportes económicos.

Asimismo, la organización promoverá la interrelación entre benefactores y beneficiados en pos de la formación integral de los más pequeños. “Esto es, no solo atendiendo su aspecto intelectual sino emocional y psíquico, que favorezca crear en la conciencia del colectivo que somos seres sociales, capaces de ayudarnos entre nosotros, y que estamos sujetos a derechos y deberes”.

La organización se propone además la promoción del deporte y la actividad lúdica, los cuales utilizará como medios para la visibilidad del proyecto y el apoyo económico de los grandes capitales mundiales en condiciones de hacer aportes de mayor entidad.

De manera personal, varios comunicadores sociales se preocuparon durante sus estadías en la República Democrática del Congo, en investigar situaciones de mujeres violadas y niños huérfanos.

El pasado 2 de agosto de 2014, se celebró en Montevideo una reunión preliminar que reunió a 17 uruguayos con la decisión de asumir el desafío y participar de un proyecto común que genere la posibilidad de llevar a las aulas a los primeros siete niños congoleños.

El 10 de setiembre se envió la primera partida de dinero que hará posible la escolarización de los siete niños nombrados, con sus correspondientes gastos de uniformes y demás útiles escolares gracias a los “padrinos” que han realizado su aporte inicial.