Eran llevadas a Estados Unidos y aseguran que trabajaban todo el día por nada

Uruguayas denuncian explotación por parte de un psiquiatra chileno

Llega a nuestro país a dictar seminarios sobre espiritualidad y entre sus adeptas, escoge a una persona para practicar un «servicio» gratis en Estados Unidos, que no es sino otra cosa que un trabajo de doméstica, sin sueldo, sin protección social ni documentos.

Previo a que mañaña se presente a dictar una conferencia en la sede del hotel Holyday Inn, el psiquiatra Carlos Warter, autor de varios libros de autoayuda y defensor de la existencia de la vida extraterrestre, es denunciado por familiares de mujeres que fueron llevadas a Miami con la creencia de que iban a crecer espiritualmente, pero que en definitiva fueron víctimas de explotación laboral.

Este caso fue presentado en el ámbito parlamentario e incluso el propio cónsul de Uruguay en Estados Unidos, Arturo Villarreal, habría manifestado que el profesional chileno sería investigado y probablemente no entraría más a nuestro país.

Sin embargo, fue publicitada su participación en Montevideo para dictar una charla mañana las 19 horas. Familiares de las mujeres afectadas manifestaron que mañana están dispuestos a concurrir a la charla para hacer oír su verdad.

Hasta el momento se sabe del caso de dos uruguayas y una argentina que fueron llevadas a Miami para dar un «servicio» gratis al maestro, tal como lo llaman sus seguidoras, a cambio de recibir una «abundancia espiritual». Una vez que la persona llegaba a Estados Unidos, sin dinero, ni familiares y sin papeles legales no tenía otra opción que seguir sirviendo al «maestro», según dijo la denunciante, a cambio de elevar su espiritualidad y comer un plato de fideos.

Muchas de las mujeres que son «seducidas» por su propuesta son personas divorciadas o con problemas de orden sentimental que buscan una salida espiritual a sus problemas. Tal fue el caso de Juana Rosa González. Tiene 43, es divorciada y sin hijos. Según manifestó su hermana, Elia, tuvo que ir ella misma a Miami a buscarla para poder traerla a Uruguay. Estuvo un año trabajando gratis para su «maestro». De acuerdo con las denuncias, tanto Rosa como otra joven uruguaya eran violentadas verbalmente y por el trabajo permanente en la finca del psiquiatra, recibía generalmente un plato de fideos con atún.

 

Un ídolo que dejó de serlo

La madre de otra uruguaya que estuvo previamente con Warter, admitió que a este psiquiatra lo podría acusar de esclavitud. «No tenía una hora libre al mes, le pasaba gritando y maltrataba a su propio hijo», comentó.

La mujer que informó del hecho pero que prefirió tener su nombre en reserva, dijo que su hija lo admiraba pero cuando se fue a vivir con él, se dio cuenta que era como un ídolo de pie de barro. En ambos casos, coincidieron en definir de autoritaria la personalidad del médico psiquiatra.

La denuncia de Elía González, sobre el abuso laboral a que era sometida su hermana llegó al despacho del senador Eleuterio Fernández Huidobro. Allí le respondieron que se trataba de una forma de «esclavitud moderna».

En el caso de Juana Rosa, que dejó su casa y una deuda del Banco Hipotecario y otra con una tarjeta de crédito para pagar sus seminarios, llegó a tenerle miedo y necesitó la ayuda de familiares para volver a Uruguay. Escaparon por la noche y hoy día está arrepentida de esta experiencia. Sin embargo, otra uruguaya con 21 años estuvo casi un año en la residencia de Warter, le dijo directamente en la cara que se iba. Previamente, el psiquiatra al enterarse de su partida, suspendió un seminario y regresó a su casa para quedárse con los documentos de la joven. Igualmente ella se fue.

Las mujeres ingresaron a Estados Unidos con una visa de turista, pero luego él les prometió que se encargaría de legalizar los papeles, bajo la certificación de que las mujeres se encontraban haciendo un tratamiento médico.

 

El caso argentino

A principio de la década de los 90, el periodista sectólogo argentino Alfredo Silletta informó en su libro «¿Engaño o Crecimiento Espiritual?» que la actriz argentina Betiana Blum abandonaba una exitosa obra teatral para participar en un curso de «facilitadora psicosinergia» que se realizaría en Estados Unidos, a cargo de Carlos Warter, con un costo de US$ 100 mil.

El periodista anunció que le llegó una casete con una grabación de un retiro espiritual de Warter. Allí expresaba que estaba reclutando miembros para la ´Agencia de Inteligencia Galáctica (GIA)´, que ´él era extraterrestre´ y que el ex presidente Carlos Menem era un ´agente´ enviado por los ET para gobernar el país. Incluso, el video se transmitía en el programa de Bernardo Neustadt.

´´…Qué les está diciendo nuestro agente Menem. Qué les está diciendo: miren la realidad desde otro lado. No es un político tradicional.

No, es un agente, lo pusimos acá para que haga una transformación que solamente se puede hacer con afecto…´´.

En cierta ocasión, la revista Gente entrevistó a María Pía Meritello, ex pareja de Raúl Taibo, quien relató su experiencia en un retiro espiritual de 45 días con Warter. Miritello expresa que fue la «experiencia más negativa de su vida» y que la personalidad «autoritaria» de Warter le inspiraba «temor». Miritello señala que muchos seguidores lo adoraban como si fuera Dios y algunos decían ´Carlos es Jesús´. Y como si todo esto fuera poco, la madre de una adolescente de 16 años se presentó esos días en la Justicia solicitando ayuda. En un escrito entregado en el Juzgado N° 10 Civil y Comercial de San Martín solicitó que se tomaran «medidas cautelares» en favor de su hija y que «el médico Carlos Warter y sus seguidores se abstengan de recibir a la niña en sus domicilios y acercarse a la misma a menos de 500 metros en forma directa o por emisarios´´. *

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