“Niño cero falta”: su madre desmiente desnutrición

El martes trascendió la conmovedora historia del “niño cero falta”, quien habiendo sido premiado en 2013 por no faltar ni una vez en cuatro años a la escuela (teniendo que caminar 6 kilómetros todos los días para llegar), aparentemente había sido internado junto a su madre en el Hospital de Minas al padecer ambos, un cuadro de desnutrición.

La situación trascendió en todo el país, y desde varios sectores se manifestó el apoyo explícito a la familia. Desde el Mides, explicaron que la familia es asistida socialmente desde hace años, y comunicaron que se está trabajando para realojarla en una casa más cercana a la ciudad. Desde la escuela a la que asiste Mario, dijeron a su vez que si este de verdad padecía de desnutrición, seguramente era porque en verano no tenía acceso al comedor de la misma, donde se sirve una comida diaria para todos los alumnos.

Finalmente, Ángela Salazar, la madre de Mario, desmintió las versiones de las que se hicieron eco todos los medios, y aclaró que ni ella ni su hijo padecieron de desnutrición. En diálogo con La República, Ángela dijo que un día de febrero llevó a su hijo al hospital de Minas porque este tenía un problema en la garganta, y ella también aprovechó para atenderse debido a un problema en su columna.

“A nosotros el médico no nos dijo nada que teníamos un cuadro de desnutrición. Si hubiera sido así me imagino que habríamos quedado internados algunos cuantos días. Y no fue así. Fuimos por la mañana, y regresamos a la tarde a casa”, le aclaró Ángela al matutino.

Consultada sobre las cuantiosas manifestaciones de solidaridad que les han sido prometidas a la familia, Ángela volvió a asegurar que no padecen de desnutrición, pero de todos modos agradeció la ayuda.

“Sí, preciso que nos ayuden, pero lo que salió no es así. Estamos bien. No sé quién dijo eso. Voy a averiguar cuando vaya al hospital de Minas, a ver cómo surgió todo”, dijo a La República.

Gremio de la Bebida también presenta su apoyo solidario

Por otra parte, la Federación de Obreros de la Bebida (FOEB), se comprometió en principio a alquilarle una casa en Minas a la familia. De todos modos, ante la negativa de Ángela Salazar, quien manifestó en varias ocasiones que no quería mudarse de donde estaban, el gremio decidió reparar el establecimiento, y donar varios elementos, como electrodomésticos y hasta una bicicleta.

“A un botija que estudia y que no falta a la escuela hay que hacer todo lo posible para ayudar a que llegue a su objetivo”, declaró el presidente de la FOEB, Richard Reed, al noticiero Subrayado.

Luego de ponerse en contacto con la madre del “niño cero falta”, el gremio ha decidido intervenir para mejorar las condiciones de vida de la familia. Según informó Reed, en primer lugar se les estará llevando leña, se les donará una heladera a gas y una bicicleta nueva (ya que la que se les había donado anteriormente se rompió).