Explicarán eventual vínculo entre muerte de ballenas y búsqueda de petróleo

Beltrame comparecerá ante la Comisión de Vivienda, Territorio y Medio Ambiente de la Cámara de Representantes a instancias del diputado nacionalista, Gerardo Amarilla.

El legislador aseguró que el secretario de Estado deberá explicar “la situación generada por las ballenas aparecidas muertas en nuestras costas, los estudios que pueda tener la secretaría de Estado sobre las causas de estos decesos y su posible vinculación a las tareas de búsqueda de petróleo”.

Asimismo, Amarilla interrogará a las autoridades del Ministerio de Vivienda por “los informes sobre los protocolos cumplidos por las empresas en esa tarea, y el cumplimiento de la Ley 19.128 por la que se crea el Santuario de Ballenas y Cetáceos en todas las aguas bajo jurisdicción nacional”.

A principio de enero apareció muerto en la playa Carrasco de Montevideo un cachalote, un macho adulto de 16,60 metros de longitud y 22 años de edad.

Luego se conoció el caso de una ballena franca de seis metros de largo, muerta en las costas de Rocha.

Ambos hechos llamaron la atención de los expertos. “Casualmente la muerte de los ejemplares es de la misma época”, expresó a El Observador, Rodrigo García, coordinador de la Organización de Conservación de Cetáceos (OCC) y consultor de la Universidad de Oregón (Estados Unidos).

En ese marco, la organización internacional “Ocean Care”, órgano consultivo de Naciones Unidas para la protección de los mamíferos marinos, solicitó información a la Organización de Conservación de Cetáceos.

Evalúan denuncia internacional

“Ambas organizaciones esperan que ANCAP brinde información, solicitada hace más de dos meses, acerca de la metodología empleada en las exploraciones sísmicas. Hasta ahora hemos sido bastante permisivos, pero evaluamos una denuncia internacional”, aseguró García en declaraciones a El Observador.

Las exploraciones sísmicas se realizan mediante fuentes de aire comprimido que emiten sonidos de 200 decibeles para obtener datos sobre la geología del suelo. Según los expertos ello podría generar daños auditivos y de orientación en la fauna marina.

Desde ANCAP se indicó, al mismo medio de prensa, que las maniobras se realizan a “más de 100 kilómetros de la costa y los controles se extienden a una zona de seguridad que va de 500 a 700 metros de donde se encuentra el buque, lo que asegura que los daños por el sonido de los impactos no afecten a los mamíferos”.