NUEVA SOJA

Legalización de cannabis en Uruguay abre paso a prometedor cáñamo industrial

Junto con la legalización de la marihuana, Uruguay se convirtió además en el primer país de Sudamérica en autorizar el cultivo de cáñamo para uso industrial, una planta utilizada en el sector textil, la alimentación y la cosmética, calificada de "nueva soja ecológica" por sus impulsores.

La prioridad del gobierno es regular el uso recreativo de la marihuana.

La ley aprobada el martes por el parlamento uruguayo permite la plantación, cultivo, cosecha, industrialización y comercialización de cannabis de uso no psicoactivo, es decir, plantas o piezas de la planta que no contengan más de 1% de tetrahidrocannabinol (THC). Las semillas de variedades de cáñamo a usar no podrán superar el 0,5% de THC.

Hace unos siete años que Fabrizio Giamberini se interesó en esta planta que se cultiva en Europa, Australia, Nueva Zelanda y China pero que en la región brilla por su ausencia, prohibida siguiendo los dictámenes de la Convención única sobre estupefacientes de Naciones Unidas de la década del 60.

«Crece sumamente rápido, es amigable con el medio ambiente y tiene un potencial muy grande de desarrollo. Algunos le dicen la nueva soja ecológica porque el cultivo no requiere de agroquímicos», aseguró a la AFP un entusiasta Giamberini, director de The Latinamerican Hempt Trading (LAHT), una compañía que todavía no tiene oficina propia pero que en los últimos años ha ido tejiendo redes y asociaciones para prepararse para la legalización del cultivo.

Primero presentó un proyecto de ley al gobierno, que decidió incluirlo en el de regulación del mercado del cannabis. En 2010, además, la empresa se unió al Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) para evaluar si se podía desarrollar un cultivo de este tipo en el país.

«Obtuvimos resultados muy alentadores. Identificamos una variedad para granos y otra para fibras, pero tenemos que seguir investigando para generar nuevas variedades locales para incrementar el rendimiento por hectárea», indicó, al tiempo que estimó que desarrollar una variedad uruguaya del grano puede llevar unos siete años.

LAHT ya se asoció a una empresa australiana que brindó las semillas para las pruebas y las proveerá cuando se comience a plantar. También se unió a la European Industrial Hempt Association en busca de socios para en el futuro poder desarrollar productos el área de alimentos, cosméticos y la construcción.

Primer cultivo en 2014

Con un grano rico en proteínas y en Omega-3, los aceites del cáñamo son usados por la industria alimentaria y cosmética. Las fibras sirven además para hacer tejidos, cuerdas, biocompuestos y materiales de construcción, enumeró Giamberini.

También tiene potencial para el sector de hidrocarburos pero «usarlo como biocombustible sería desperdiciar un alimento muy nutritivo», opinó.

El empresario -que indicó que sabe de otros interesados en apostar por el cáñamo- prevé realizar una primera siembra de prueba en setiembre de 2014 para así comenzar con el desarrollo industrial al año siguiente.

«Queremos desarrollar esta agroindustria para el mercado regional», aseguró. La meta «es entrar a los mercados brasileros, chilenos, argentinos, paraguayos y venezolanos con granos semiprocesados con valor agregado directamente en Uruguay, desarrollando asociaciones con empresas internacionales que quieran expandir sus negocios al Mercosur».

En un contexto de regulación también del cultivo del cannabis psicoactivo, Giamberini admite que habrá que tomar recaudos «para que dentro de un cultivo de cáñamo industrial no se oculte cannabis psicoactivo, pero para eso existen protocolos de seguridad».

En esa línea, el secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Julio Calzada, explicó que para evitar que una planta polinice a la otra se apelará a la «seguridad biológica y seguridad física».

«En esto estamos trabajando muy decididamente con el ministerio de Ganadería y Agricultura y con el Instituto Nacional de Semillas», dijo a la AFP.

La flamante ley permite también la plantación, cultivo, cosecha y acopio para fines de investigación, así como para la industrialización para uso farmacéutico.

Calzada señaló no obstante que la prioridad del gobierno es regular el uso recreativo y que la reglamentación para uso medicinal, farmacéutico o cosmético vendrá más adelante. AFP

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