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EEUU: Colorado y Washington, en el camino uruguayo de la marihuana

Apoyados en una sólida aprobación popular, los estados de Colorado y Washington se aprestan a poner formalmente en marcha una experiencia inédita en Estados Unidos, al implementar los primeros mercados legalizados de marihuana.

Planta de marihuana / AFP

Se trata de un cambio fundamental en un país que hizo de la guerra al narcotráfico una marca en las relaciones con sus vecinos, y donde un ex presidente tuvo que admitir que probó marihuana «una o dos veces, sin haber tragado» el humo.

En 19 estados de Estados Unidos el consumo de marihuana para uso medicinal ya se encuentra legalizado y reglamentado (en algunos casos hace casi dos décadas), y en la mayoría de ellos rigen normas variables que despenalizan el consumo privado.

Sin embargo, Colorado y Washington irán más allá y darán un enorme salto adelante al crear literalmente un mercado fiscalizado por las autoridades locales para el cultivo, distribución y comercialización legal de la marihuana para uso recreativo.

Normas similares a las aplicadas al alcohol

En el estado de Colorado, famoso por sus estaciones de esquí y sus multitudes de turistas, ya fueron emitidas por lo menos 130 licencias para pequeñas tiendas que a partir del 1 de enero de 2014 podrán vender legalmente 28 gramos de marihuana a mayores de 21 años.

Otros 300 pedidos de licencia esperan autorización, de acuerdo con autoridades locales. La marihuana vendida en esos comercios provendrá de cultivadores privados debidamente licenciados.

En Colorado el consumo, la posesión y el cultivo doméstico de marihuana en pequeñas cantidades ya era permitido pero no su comercio, con lo que mantenía abierta una puerta para la acción de grupos ligados al tráfico de drogas.

En términos legales, el consumo de marihuana estará sometido a las mismas restricciones y obligaciones que las referidas al alcohol. El consumo en lugares públicos no será permitido, así como su cultivo en terrenos públicos.

En el caso del estado de Washington, el proceso ya está definido y trazado, aunque se espera que las primeras licencias para la venta legal de marihuana sean emitidas recién a mediados de 2014.

Una experiencia bajo observación

Ante estas experiencias, otros estados ya han demostrado su interés en analizar la posibilidad de adoptar legislaciones similares.

«Dos estados ya están, faltan 48″, dijo Ethan Nadelmann, director ejecutivo del influyente grupo de opinión Drug Policy Alliance (DPA).

Colorado y Washington han dejado atrás un discurso sobre «cómo trancamos más gente, cómo arrestamos más gente, a una conversación más adulta y madura», dijo Nadelmann a la AFP.

En su visión, es importante que la experiencia de Colorado y Washington sea exitosa, y que las personas a cargo conduzcan «la transición de una manera responsable. Es fundamental que lo hagan de forma madura e inteligente».

Esto representa no solo un cambio de abordaje sino también un problema judicial, ya que si bien el comercio de marihuana pasará a ser legal en estos dos estados, la actividad será siendo ilegal para la ley nacional.

La posibilidad de que agentes de la Agencia de Represión a las Drogas, la famosa y temida DEA, invadan los comercios legalmente licenciados en Colorado o Washington para decomisar marihuana o arrestar personas motivó una discusión formal en el Departamento de Justicia.

Finalmente, el agosto de este año, después de intensas consultas, el Departamento anunció que renunciaba a su «derecho de impugnar las leyes» sobre legalización de la marihuana en esos dos Estados.

Inspiración fuera de las fronteras

Para Nadelmann, la experiencia estadounidense «tiene enormes reflejos internacionalmente. Lo que ocurrirá en breve en Uruguay es en parte inspirado en lo que ocurre en Estados Unidos».

Uruguay se apresta a aprobar la legalización de la marihuana, y se convertiría así en el primer país a adoptar una normativa novedosa en este sentido.

El caso más mencionado es el de Holanda, cuya política con relación a la marihuana ha sido seguidamente malinterpretada y que además pasó recientemente por una modificación.

Holanda nunca legalizó formalmente el consumo de la marihuana sino que adoptó una política de tolerancia con el consumo en menor escala, considerado una cuestión de salud pública y no de policía. El cultivo y distribución de marihuana siguen siendo ilegales.

De esa forma, esa política siempre estuvo apoyada en un hueco imposible de disfrazar: el abastecimiento clandestino de los famosos cafés.

No obstante, Holanda se muestra dividida entre una fuerte corriente en favor de la legalización formal de la marihuana, y el cansancio con el «turismo de la marihuana».

Por esto último, varias ciudades holandesas pasaron a rechazar el acceso a extranjeros, y únicamente personas que puedan probar residencia local pueden fumar marihuana en un café. AFP

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