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Entramos en un nuevo mundo multipolar

Tras cinco años de declive económico, podemos decir que vivimos una crisis perfecta?
Escribí El Crack perfecto porque reunía todas las condiciones para una grave crisis. Lo que ocurre lo confirma: tenemos una crisis de la globalización, una bancaria, una industrial, una social, una política y hasta una de la democracia. Los ciudadanos están planteándose la necesidad de mejorar el funcionamiento del sistema democrático. Esta conjunción es lo que llamaríamos la crisis perfecta, con ironía porque se trata de un sufrimiento muy excepcional. En algunos países como España, las soluciones que se han dado han sido recortes, austeridad y ajustes, que la han agravado.

¿La crisis ha hecho resurgir los movimientos de protesta?
La conflictividad social ha explosionado. Ha habido una protesta social que, por momentos, casi ha sido insurreccional. Citamos el fenómeno de los indignados. Esto suscita preguntas como en qué medida una sociedad es lo suficientemente flexible para soportar un sadismo económico. De hecho, constatamos que se aguanta bastante el maltrato porque no se ha producido una verdadera insurrección que haya derrocado gobiernos como ocurrió en Túnez. En otros países como, por ejemplo, Ecuador derrocaron a tres gobiernos democráticos por las políticas que ahora aplica España. Conviene reflexionar. El movimiento de los indignados no se ha traducido en términos electorales, ni de cambio de políticas del Ejecutivo central. Podríamos decir que en España asistimos a un fenómeno de pánico de las clases medias, pasan de la clase media a la pobre. Ello produce una resistencia por mantener lo que se tiene.

¿Qué efectos pueden tener en las urnas las políticas restrictivas de Rajoy si el principal partido de la oposición sigue sin rumbo?
Hay dos fenómenos: la crisis del PSOE es grave porque en el último año y medio del Gobierno de Zapatero llevaba a cabo una política de austeridad y de desmantelamiento del Estado de Bienestar que no formaba parte de su código genético. Por su parte, el PP hizo campaña en nombre de una supuesta política alternativa que sí podía reestablecer el Estado de Bienestar pero que tampoco era su código genético pero respondía a una aspiración de la sociedad española. Cuando llegó al poder, no cumplió. Ahora tenemos a un Gobierno que ha hecho lo contrario a su promesa electoral y a una oposición que ha desconcertado para mucho tiempo a su electorado. Los socialistas no han hecho una verdadera autocrítica, tenían que haberse refundado. Y el PP produce un efecto de rechazo de los ciudadanos.

¿Qué consecuencias tendrá el caso Bárcenas?
Si hubiese elecciones en los próximos meses lo pagaría carísimo pero el PP tiene la suerte de que no hay comicios hasta dentro de dos años. No sabemos lo que va a ocurrir pero este comportamiento es indigno con respecto a los ciudadanos. En un país con un mínimo de dignidad y ética política, este Gobierno ya hubiera dimitido.

¿Qué porvenir le espera a España con un paro masivo, una fuga de cerebros, una clase política mediocre…?
Lo de la fuga de cerebros es quizá el peor crimen que está cometiendo España. Es criminal que el Gobierno considere que es una solución. Lo podíamos llamar un robo de cerebros. La supresión de los créditos para la investigación es otro crimen que ha cometido Rajoy en nombre de la austeridad. Se sale de una crisis con la innovación que hacen los investigadores.

¿El próximo año, el 2014, será peor que 2013?
Si Japón y Estados Unidos confirman su salida de la crisis y en Alemania Merkel es reelegida el 22 de septiembre, tendrá una política diferente. Entonces, si los motores tradicionales de la economía internacional se ponen a funcionar es obvio que habrá consecuencias positivas para la economía española. Desde el punto de vista macroeconómico, es posible que España empiece a ver el final del túnel. Ahora, la situación se habrá aprovechado de la crisis para destruir las leyes sociales y cambiar las normas laborales. Las condiciones de la crisis social se van a mantener porque estos años han servido para instalar el modelo neoliberal.

¿Occidente perderá poder frente a potencias emergentes?
Es la gran característica a largo plazo. De aquí a 2030 Occidente perderá la supremacía que alcanzó hacia los años 1500 con los grandes descubrimientos. Occidente dominaba el mundo pero actualmente pierde poderío. Ahora Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido y Francia representan el 56% de la economía mundial pero en menos de 20 años el porcentaje bajará al 26%. Suben potencias como China, Rusia, Brasil, África del Sur…Estamos en un mundo unipolar dominado por Estados Unidos desde la Guerra Fría y entramos en un mundo multipolar con estos nuevos actores. (Diari de Girona)

Ignacio Ramonet
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