Intendentes rompen con la UNASEV y peligra aplicación de nueva Ley de Tránsito

Los 12 intendentes blancos, presentes en el Congreso Nacional decidieron que las “continuas exigencias” de la UNASEV, superan las posibilidades de las comunas de hacer cumplir las nuevas normas, así como también dan por tierra con las aspiraciones municipales de prórrogas en la aplicación de la normativa.

Sin embargo las discrepancias que llevaron a la ruptura  parecen tener un origen más personal: las declaraciones del director de UNASEV, Gerardo Barrios cuestionando a los intendentes blancos Sergio Botana (Cerro Largo) y a Gerardo Besozzi (Soriano) por no fiscalizar el uso del casco a motociclistas.

“Una ley es de aplicación nacional y las autoridades municipales tienen por Constitución que aplicar las leyes”, había dicho Barrios en oportunidad de inaugurar la Unidad Departamental de Seguridad Vial en Río Negro.

Reclamos logran apoyo partidario pero no mejoran el tránsito

Los reclamos que condujeron a una solidaridad partidaria nacionalista, para cortar con la Unidad referente del Tránsito, que depende del Poder Ejecutivo, surgieron de los intendentes Besozzi y Botana, que acusaron a Barrios de tratarlos “como si fueran unos irresponsables”.

La siniestralidad mortal sigue siendo altísima en todo el país, y los intendentes reclamantes la atribuyeron a “mala gestión” de UNASEV y no al incumplimiento en sus territorios de las nuevas normas obligatorias. Ambos blancos argumentaron que Barrios hace un “ataque político”, sobre sus administraciones y le endilgaron que “desde que está presidiendo la UNASEV no ha parado de crecer la cantidad de accidentes graves y las cifras de fallecidos”.

Por su parte Barrios, dijo al Informativo Sarandí que “a nadie se le ocurre en este país que a partir de octubre se va a salir a decomisar a las bicicletas que no tengan timbre·, en relación a la aplicación de la nueva Ley de Tránsito.

Agregó que los temas fundamentales son los que no admiten demora “como el cinturón de seguridad en el transporte público de media y larga distancia”, pero que ello no es óbice para no reconocer que “el 66% de los muertos en el tránsito son motociclistas, por tanto es lógico que el casco sea obligatorio o que se usen las bandas o chalecos reflectivos”, agregó.

“Hay dificultades, no somos extraterrestres que nos pusieron en Montevideo sin saber qué pasa en el interior: sabemos de las dificultades, ¿cómo no las va a haber en un país donde durante 20 años el tránsito fue un tema tierra de nadie”, añadió, reconociendo que hay limitaciones pero que la ley debe ser aplicada para cortar la racha de muertes.