Monseñor Cotugno lamentó la inminente aprobación de la Ley de matrimonio homosexual

Cotugno fue consultado por la prensa en la Catedral de Montevideo, luego de la misa Crismal, en la que se bendicen los óleos o crismas que se emplearán durante todo el año en los Sacramentos del Bautismo, Confirmación, Orden sacerdotal y Unción de enfermos.

En ese marco se refirió a la inminente aprobación, por parte del Parlamento, del proyecto de Ley que habilita el matrimonio entre personas del mismo sexo. Dijo que “es una lástima si la Ley es aprobada porque “un bien fundamental de la persona humana, en este caso de la familia, quedará oscurecido, puesto entre paréntesis”.

“Creemos en Dios creador, y Dios ha hecho al hombre a su imagen y semejanza y dice el Génesis que macho y hembra los creó. De ahí que todo lo que se aparta de este proyecto de Dios, para la Iglesia que no tiene otra verdad que la que ha sido revelada por Dios, no puede aceptarlo, no puede asumirlo y no puede promoverlo”, sentenció Cotugno citando las Santas Escrituras.

Agregó que si el proyecto resultará aprobado el próximo martes 2 de abril la Iglesia Católica no se alegrará. “No por un sentido de estar en contra de, sino porque nos parece que un bien fundamental de la persona humana, en este caso de la familia, queda oscurecido, queda puesto entre paréntesis”, explicó.

Homosexualidad

En referencia a si las personas homosexuales deberían quedar fuera o no de la Iglesia, el prelado respondió que “la misericordia de Dios es inmensa e infinita, y solo Dios sabe cómo están”.

“Eso sí, distingamos bien como hemos dicho muchas veces: una cosa es la homosexualidad, y Jesús y la Iglesia dirán no a la homosexualidad. Pero sí, siempre un sí con los brazos abiertos a los que optan por una vida en pareja. Pero no para bendecir la unión homosexual, sino una persona que merece ser respetada siempre”, dijo.

Por otro lado, Cotugno fue consultado sobre su relación con el padre Gonzalo Aemilius, ex director del Liceo Jubilar, cuyo trabajo fue destacado por el papa Francisco en una de sus primeras apariciones públicas.

Fue el Arzobispado de Montevideo, según asegura el propio Aemilius en su carta de despedida del Jubilar, quien resolvió sacarlo de allí para enviarlo a otro destino.

Pero Cotugno negó haber tomado la decisión y dijo que tienen una relación excelente.