Decomiso de vehículos conducidos por ebrios o en “picadas” será condicional

La Ley de Faltas, está incluida en el paquete de 15 medidas para mejorar la convivencia ciudadana, que el Poder Ejecutivo impulsa, y poner en vigencia una serie de normas inéditas y otras caídas en desuso, algunas de las que estarían exigiendo cambios según pauta la evidencia.

Tal el caso del decomiso de los vehículos que participan en carreras ilegales –“picadas”-, así como los de quienes están por encima de determinados valores de alcohol en sangre y que constituyen verdaderos peligros ambulantes. El problema principal radica no en la sanción a los que infrinjan la norma, sino en la propiedad del vehículo.

“Si yo le presto el auto al diputado Bayardi, él se toma media docena de whiskys y se pasa de 1,2 gramos de alcohol por litro, si lo detienen, el auto me lo decomisan a mí” ejemplificó el diputado Jorge Orrico (FA), en referencia a la necesidad de cambiar el texto.

Adecuar la situación a los verdaderos responsables

El proyecto que vienen estudiando los legisladores, señala que cuando alguien tenga más de 1,2 gramos de alcohol en sangre, y sea detenido conduciendo, se procederá al decomiso del vehículo “independientemente de quien sea su propietario”, lo que el juez hará “en forma preceptiva”, es decir en el mismo momento de la actuación.

El vehículo será rematado y su producido destinado a la Unidad Nacional de Seguridad Vial (UNASEV).

En principio el texto ya había sido cambiado, para el caso de que un auto fuera robado y se cometieran faltas durante el robo, lo que no era responsabilidad del dueño. Ahora se entiende que hay otras excepciones y no tan sencillas como el ejemplo de Orrico. Tal el caso del dueño de una empresa de transporte, cuyo conductor, es detenido con alto exceso de alcohol. El ómnibus, camión o vehículo de alto costo involucrado, será demorado por la Justicia, con lo que una empresa pequeña podría fundirse a los pocos días, sin que su dueño tuviera culpa alguna. Los hijos que roban el auto a sus padres y ebrios se accidentan, son otro ejemplo complicado.

Los jueces entienden que además de cambiar el texto inicial, deberá existir la posibilidad de apelación, algo que no está previsto en la falta en cuestión.