Prohibicionismo cadudo

Expresidente colombiano Gaviria en Uruguay: «Regular el consumo de marihuana puede traer buenos frutos en materia de seguridad y consumo interno»

César Gaviria

En entrevista con la AFP, el ex presidente colombiano (1990-1994) y ex secretario general de la OEA (1994-2004) indicó que «en el caso de los países andinos, de México y Centroamérica, para detener esa cantidad de muertos y violencia que se han percibido en la región es necesario que Estados Unidos haga su debate interno y que ojalá avance hacia el consumo de drogas como un problema de salud».

«Yo estoy seguro de que eso ayudaría muchísimo a reducir esa escalada de violencia que hemos vivido por bastantes años», enfatizó quien integra junto a los también ex presidentes Fernando Henrique Cardozo y Ernesto Zedillo, entre otras personalidades, la Comisión global de política de drogas, que promueve un cambio de estrategia en la guerra contra las drogas lanzada hace cuatro décadas por Estados Unidos.

Gaviria cree que sin un cambio de la política estadounidense es posible realizar cambios en materia de consumo de drogas pero «en el tráfico internacional es difícil».

«Para los países que son víctimas o que tienen que vivir el tráfico de drogas hacia Estados Unidos es muy difícil encontrar soluciones unilaterales que no lleven decisiones de Estados Unidos», sostuvo.

«La política puramente prohibicionista que pretende hacer del consumo de drogas un acto criminal ya es difícil de defender. Estados Unidos está gastando una cantidad de recursos inmensos, llevan 40 años en guerra, tienen los niveles de consumo más altos del mundo, tienen más presos por drogas que todos los presos que hay en Europa y no se ven avances», enfatizó.

«Por el contrario, lo que hemos visto es que la legalización medicinal de la marihuana avanza hacia nuevos estados (de Estados Unidos) y eso es una forma de legalización, es un cierto eufemismo», opinó.

La afirmación del presidente estadounidense Barack Obama de que es legítimo abrir el debate sobre la despenalización de los estupefacientes revela además que «hay una actitud mucho más abierta y más tolerante y en cierta medida los presidentes han empezado a poner el tema sobre la mesa, porque el prohibicionismo como política cada vez tiene menos defensores», afirmó. «Lo cual no significa que no haya resistencias al cambio».

El caso uruguayo

Gaviria arribó el jueves a Montevideo para participar el viernes en una conferencia sobre la legalización de las drogas, cuando el país se encuentra inmerso en un debate sobre una propuesta gubernamental de regulación de la producción y comercialización de marihuana, cuyo consumo no está penalizado en Uruguay.

Para el economista y político colombiano, «regular el consumo de marihuana es una política que puede traer buenos frutos en materia de seguridad. Y que puede traer buenos frutos en la medida en que ese tipo de negocio vaya desapareciendo, y eso va a hacer que disminuya la inseguridad y la violencia».

El ex presidente refutó las críticas a la propuesta uruguaya en el sentido de que una despenalización del comercio de cannabis va en contra de los tratados internacionales en materia de drogas o de que una política de este tipo no puede ser realizada por un solo país, sino en forma colectiva.

«En materia de tráfico de drogas, sobre todo internacional, las convenciones son muy estrictas y muy severas. Pero en materia de consumo de drogas las convenciones son mucho más flexibles y hablan de respetar el orden legal interno», destacó.

«De manera que no creo que el camino que está recorriendo Uruguay viole las convenciones internacionales.

No obstante, consideró que la legalización de la marihuana «no es un camino para enfrentar el tráfico internacional pero sí es un camino para enfrentar el consumo interno».

Según Gaviria, cada país debe buscar su propio camino en la materia, para lo cual sirve observar la variedad de políticas que se aplican en Europa en la materia.

«Las políticas de drogas son muy ideológicas, aceptan muy pocos argumentos», advirtió, defendiendo que hay que «enriquecer la discusión, mirar ventajas y desventajas y hacer lo que llaman los europeos reducción de daños: ¿qué es lo que menos daño le hace al país, meter esta gente a la cárcel por criminal o es mejor apoyarla con el sistema de salud?».

La Comisión global de política de drogas, que comenzó a funcionar en Latinoamérica hace tres años, busca ahora extender su trabajo a África y Asia, indicó Gaviria, con la meta de «hacer de esto una discusión global y no solamente latinoamericana».

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