Lanzan temporada de avistamiento de la ballena franca austral

Observar desde la costa o embarcados las ballenas francas australes en Maldonado y Rocha es una modalidad turística que lentamente gana adeptos en el país. Uruguay dispone de un circuito de torres en lugares estratégicos de la costa y la posibilidad de contemplar los cetáceos a bordo de embarcaciones desde Punta del Este y La Paloma. El MINTURD procura incorporar al paseo opciones gastronómicas y de alojamiento.

Los turistas podrán avistar los cetáceos que arriban a estas aguas a procrearse, parir y brindar los primeros cuidados a los ballenatos desde la costa, en un circuito de plataformas ubicadas en puntos estratégicos de la costa comprendida entre los departamentos de Maldonado y Rocha.

La integrante del área de Planeamiento Estratégico del MINTURD, Mónica Lozano, indicó a la Secretaría de Comunicación que esta modalidad de turismo se encuentra en estado incipiente y crece lentamente en el país.

Al mismo tiempo, la secretaria de Estado trabaja en la difusión del nuevo producto turístico, conocido como La Ruta de las Ballenas, para que incorpore, además opciones de alojamiento y gastronómicas.

Regularización de paseos

El circuito comprende, en Maldonado, una torre en la zona de Puntas del Chileno que permite una vista incomparable de la Playa Mansa. Entre las paradas 23 y 30 del principal balneario es donde en los últimos tiempos se ha constatado el mayor número de ballenas francas australes que llegan a costas uruguayas. En Rocha hay una plataforma de avistamiento en La Paloma, al tiempo que hay dos torres más en Santa Teresa e igual número en Cerro Verde.

Lozano señaló que el MINTURD también avanza en la regularización de las excursiones que se realizan desde los puertos de Punta del Este y La Paloma para avistar embarcado los ejemplares de esta especie.

“Estamos trabajando con la Oficina de Registro de Operadores, con los patrones de las embarcaciones y con Prefectura Nacional Naval, quien habilita las excursiones embarcadas, para que más visitantes puedan disfrutar de la experiencia”, siguiendo procedimientos compatibles con las prácticas conservacionistas, confió.

Lozano consideró que la especie se recupera muy lentamente porque conciben una cría cada tres años. La entrevistada mencionó que según relatos de viejos pescadores, la bahía de Maldonado se caracterizó, en tiempos lejanos, por la gran cantidad de cetáceos que arribaban a sus aguas.

Según la funcionaria ministerial, la Isla Gorriti fue una factoría donde se procesaban las ballenas cazadas en la zona. Las primeras luces que iluminaron Maldonado utilizaban aceite procedente de la grasa de la ballena que hoy día ilustra el escudo del departamento. (PRESIDENCIA)