Cuba

Muerte del disidente Payá: hija cuestiona versión oficial pero grupo DDHH la avala

Oswaldo Payá

Una hija del disidente cubano Oswaldo Payá, muerto el domingo cuando el auto en que viajaba chocó contra un árbol, cuestionó este lunes la versión oficial del accidente, pero un prominente grupo opositor de derechos humanos avaló el informe del gobierno.

Payá, de 60 años y Premio Sajarov del Parlamento Europeo en 2002, falleció en una ruta de la provincia de Granma, en el sureste de la isla, en un accidente en el que pereció otro cubano y resultaron heridos un español y un sueco, ambos activistas políticos.

Los heridos son el español Ángel Carromero Barrios del Partido Popular (PP, derecha) y el sueco Jens Aron Modig, democratacristiano, ambos de 27 años, quienes salieron del hospital este lunes, según fuentes diplomáticas, pero no han declarado públicamente sobre el siniestro.

El otro fallecido cubano es Harold Cepero Escalante, un activista del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) de Payá.

Los cuatro viajaban en un automóvil rentado, que aparentemente era conducido por uno de los europeos. El vehículo se salió del camino y se estrelló contra un árbol cerca de la ciudad de Bayamo (744 km al sureste de La Habana), según las autoridades.

Rosa María Payá, hija de Oswaldo Payá, afirmó que otro vehículo sacó del camino al auto en que viajaba su padre, un ferviente católico cuyos restos llegaron este lunes en la tarde a La Habana y fueron recibidos por unas 200 personas en la iglesia católica del Divino Salvador del Niño, cerca de su hogar, para ser sepultados el martes.

«Las informaciones que nos llegaron de los muchachos que iban en el carro con él es que había un auto intentando sacarlos de carretera, embistiéndolos en todo momento, así que pensamos que esto no es un accidente, que les querían hacer daño y terminaron matando a mi padre», dijo la hija del opositor, en una declaración reproducida por el diario El Nuevo Herald de Miami.

Sin embargo, la versión del gobierno fue avalada por la Comisión Cubana de Derechos Humanos, una entidad ilegal aunque tolerada por el gobierno comunista, que preside el disidente Elizardo Sánchez.

«Les pedimos a dos colaboradores nuestros residentes en Bayamo que se trasladaran al sitio del accidente. Vieron el árbol donde chocaron (y) por el daño recibido se ve que el impacto fue brutal y que no hubo otro vehículo involucrado», dijo Sánchez a la AFP.

«Algunas radios de Miami (han dicho que el auto fue sacado del camino por otro), pero el trabajo de nosotros es apegarnos a la verdad de los hechos y los hechos se ajustan a un lamentable accidente, en el cual puede haber responsabilidad indirecta del gobierno por la desastrosa situación vial», agregó.

El MCL, fundado en 1988 por Payá, pidió una «investigación transparente» del siniestro, en un correo electrónico enviado a la AFP y firmado en Madrid por el portavoz del Movimiento, Regis Iglesias, un ex prisionero político.

El cardenal Jaime Ortega dio su pésame a la familia y brindó toda la colaboración posible de la Iglesia Católica, informó a la AFP su portavoz, Orlando Márquez.

La prensa oficial cubana aludió al hecho como un «lamentable accidente», sin mencionar la actividad política de Payá, cuyo deceso provocó reacciones de pesar en Estados Unidos, América Latina y Europa.

El presidente estadounidense, Barack Obama, lamentó la muerte de Payá, indicó la Casa Blanca, que destacó su incansable «lucha no violenta por la libertad y las reformas democráticas».

«Creemos que su ejemplo y liderazgo moral perdurará», indicó un comunicado de la presidencia estadounidense.

«Las circunstancias que rodean la muerte de Payá una vez más generan dudas sobre el patrón de conducta del régimen despótico (cubano) que busca constantemente maneras de aniquilar a la disidencia interna», señaló por su lado el candidato presidencial republicano, Mitt Romney, en un comunicado.

«Es un hombre al que siempre admiré y lo seguiré admirando», dijo el presidente mexicano, Felipe Calderón. En tanto, el portavoz del gobierno de Chile, ministro Andrés Chadwick, anunció que su país solicitará a La Habana información sobre el deceso para tener «certeza completa» de sus circunstancias.

En Europa también se expresó pesar. «Payá ha dedicado su vida a la causa de la democracia y los derechos humanos en Cuba», dijo en Bruselas un portavoz de la jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton.

Por su lado el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, dijo que la muerte de Payá «es una triste noticia para todos los que creen y pelean por la la libertad y la democracia en el mundo».

Payá alcanzó notoriedad en mayo de 2002, cuando entregó al Parlamento cubano 11.020 firmas en respaldo a una iniciativa suya para cambios políticos, llamada «Proyecto Varela». La iniciativa fue desestimada por el régimen.

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