Laguna Garzón: Uruguay sumará otro de los puentes más curiosos del mundo, con forma variable y cero daño

El arquitecto Rafael Viñoly presentó al Ministerio de Transporte y Obras Públicas y el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente un proyecto de puente en la Laguna Garzón de 5,50 metros de calzada, armado con 22 balsas articuladas. El titular del MTOP señaló que este proyecto lo entusiasma e informó que prosigue el análisis de los técnicos del ministerio. La inversión se aproximará a 3.800.000 dólares.

El proyecto de puente, que presentó de forma honoraria al Estado uruguayo Rafael Viñoly, se podría finalizar en ocho meses. Consta de dos cabeceras de puente de 5,50 metros, conectadas mediante 22 articulaciones (o balsas) que permitiría la configuración de al menos tres diferentes trazados para el cruce de la laguna.

«La articulación forzaría la reducción de la velocidad al momento de atravesar el puente», señaló Vignoly. La unión entre balsas se realizaría mediante una conexión similar a las utilizadas por los vagones de los trenes. Según explicó, el sistema de palancas y el de flotación representa incluso más seguridad que el sistema de balsas tradicional.

El arquitecto destacó que la idea se originó para romper la dicotomía balsa o puente. La primera configuración permitiría cruzar el puente a través de un círculo, o mediante un puente similar al de la barra de Maldonado -uno de los puentes más curiosos del mundo-, o con un puente en forma de media luna.

«Los materiales que se utilizarán se encuentran con facilidad en la zona de la obra», indicó. Además, el proyecto incluye vía peatonal y, según Vignoly, no ocasionaría ningún daño ambiental.

Dando fin a las polémicas

El puente sobre laguna Garzón ha sido de los más controvertidos para su construcción en la historia del país. Un fragmento de la obra convencional, iniciada en los años 70´, permanece aún como testigo de lo que nunca llegó a lograrse: una comunicación cercana al mar entre los departamentos de Maldonado y Rocha. El lugar, refugio de pescadores y pocos lugareños, fue aumentando su valor, a medida que la influencia de Punta del Este seguía ocupando lugar de  balnearios más allá del arroyo Maldonado.

Del lado rochense, el lugar nunca alcanzó desarrollo. Un sistema de balsas del MTOP se convirtió finalmente en tradicional y pintoresca forma de cruce para los vehículos y las personas, pero desbordaba durante los veranos y era inutilizable cuando las marejadas entraban a la barra del arroyo Garzón.

Ahora, el arquitecto Viñoly, anticipa que logrará vencer los obstáculos naturales…. y los humanos, de todos cuantos se opusieron a la conexión material. El arquitecto adelantó en la presentación del proyecto, que el puente ofrece “las mismas condiciones de seguridad y estabilidad” que uno de hormigón pero emplearlo, será “una experiencia de cruce muy distinta”.