Juez liberó a menores que aportaban “suministros” a frustrado motín

Los jóvenes habían estado circulando en una moto, con los cascos puestos como es reglamentario, pero también para evitar ser identificados, en los alrededores de la cárcel departamental, acercándose excesivamente a los muros.

La policía presumió lo que estaban intentando: arrojar pertrechos al patio de la cárcel, donde sus cómplices los recogieran. Detenidos, llevaban un revólver, tres teléfonos celulares, cargador y marihuana, todo debidamente empaquetado para ser lanzado al patio.

Ante la evidencia los adolescentes confesaron que “un  recluso les había pedido” le llevaran los pertrechos, publica el diario El País. El juez los envió a su casa.

Horas después: motín

La captura reforzó la sospecha que tenía la policía de que algo se estaba tramando puertas adentro de los celdarios. Sobre las 22 horas, una treintena de presos del área donde están los vinculados a delitos violentos, intentaban romper el candado de la reja del sector C del módulo 2, donde están alojados unos 140 recluídos.

Avisado el oficial de la guardia, un grupo armado se presentó para convencer a los presos de volver a sus celdas. Atacados por los presos, se replegaron y dieron paso al grupo especial GEO, cuya presencia convenció a los reclusos de deponer su actitud antes de que comenzaran a actuar los acorazados.

La guardia interna volvió a controlar la situación y se dispuso una requisa en la que aparecieron celulares, bebidas alcohólicas caseras, así como armas blancas fabricadas por los reclusos, pero no armas de fuego.